jueves, 29 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 3. Capítulo 12. Dios escapa a nuestra imaginación. Se alcanza por fe, esperanza y caridad.

 


Capítulo 12. Del quinto daño que al alma se le puede seguir en las formas y aprehensiones imaginarias sobrenaturales, que es juzgar de Dios baja e impropiamente.

1a. Es cosa muy fácil juzgar del ser y alteza de Dios menos digna y altamente de lo que conviene su incomprensibilidad.

1b. No estimar y sentir de Dios tan altamente como enseña la fe, que nos dice ser incomparable, incomprensible, etc.

1c. Todo lo que el alma pone en la criatura quita de Dios, naturalmente se hace en el interior de ella, no deja de juzgar ni estimar de Dios tan altamente como debe.

1d. Las criaturas por altas que sean ellas en esta vida, ninguna comparación ni proporción tiene con el ser de Dios.

1e. Dios no cae debajo de género y especio, y ellas sí, como dicen los teólogos.

1f. Jn 1, 18: “A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer”.

1g. Como dice san Juan que ninguno jamás vio a Dios.

1h. Isaías 64, 4: “Sales al encuentro / de quien practica con alegría la justicia / y, andando en tus caminos, se acuerda de Ti. / He aquí que tú estabas airado / y nosotros hemos pecado. / Pero en los caminos de antiguo / seremos salvados”.

1i. E Isaías, que no subió en corazón de hombre, cómo sea Dios.

1j. Éxodo 33, 20: Y [Dios] añadió: “Pero mi rostro no lo puedes ver, porque no puede verlo nadie y quedar con vida”.

1k. Y Dios dijo a Moisés que no le podía ver en este estado de vida.

1l. El que embaraza la memoria y las demás potencias del alma con lo que ellas pueden comprender, no puede estimar a Dios y sentir de él como debe.

2a. Cuanto más uno pusiese los ojos en los criados del rey y más reparase en ellos, menos caso hacía del rey en tanto menos estimaba.

2b. Así acaece el alma para con Dios cuando hace caso de las dichas criaturas.

2c. Aunque esta comparación es muy baja, porque Dios es de otro ser que sus criaturas, en que infinitamente dista de todas ellas.

2d. Todas ellas han de quedar perdidas de vista, y en ninguna forma de ellas han de poner el alma los ojos, para poderlos poner en Dios por fe y esperanza.

3a. Los que no hacen caso de dichas aprehensiones imaginarias, sino que piensan que Dios será semejante a alguna de ellas, y que por ellas podrán ir a unión con Dios, yerran mucho.

3b. Siempre irán perdiendo la luz de la fe en el entendimiento.

3c. No crecerán en la alteza de la esperanza, por medio de la cual la memoria se une con Dios en esperanza.

3d. Lo cual ha de ser desuniéndose de todo lo imaginario.

miércoles, 28 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro III. Capítulo 11. Vacía de todo deseo la memoria, el alma alcanza la unión con Dios en esperanza.

 


Capítulo 11. Del cuarto daño que le sigue al alma de las aprehensiones sobrenaturales distintas de la memoria, que es impedirle la unión.

1a. Del cuarto daño para que el alma se venga a unir con Dios en esperanza, ha de renunciar toda posesión de la memoria.

1b. Para que la esperanza sea entera de Dios, nada ha de haber en la memoria que no sea Dios.

1c. Y como, habemos dicho, ninguna forma, ni figura, ni imagen ni otra noticia que pueda caer en la memoria, sea Dios ni semejante a él.

1d. Ahora celestial, ahora terrena, natural o sobrenatural.

1e. Salmo 85,8: Señor, en los dioses ninguno hay semejante a ti.

1f. Si la memoria quiere hacer alguna presa de algo de esto, se impide para Dios.

1g. Se embaraza y mientras más tiene en posesión, tanto menos tiene en esperanza.

2. Necesario le es al alma quedarse desnuda y olvida de formas y noticias distintas de cosas sobrenaturales para no impedir la unión en esperanza perfecta con Dios.

martes, 27 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro III. Capítulo 10. En el camino ha Dios ignorar los gustos que se experimentan en la oración. Ante la duda, el camino más angosto.

 


Capítulo 10. Del tercer daño que se le puede seguir al alma de parte del demonio, por las aprehensiones imaginarias de la memoria.

1a. Cuanto daño se le puede seguir al alma, por vía de estas aprehensiones [percepciones] sobrenaturales, de parte del demonio imprimiéndolas por sugestión, de manera que le parezca al alma que no hay otra cosa, sino que aquello es así como se le asienta.

1b. Como se transfigura en ángel de luz, parécele al alma luz.

1c. En las verdaderas que son parte de Dios puede tentarla de muchas maneras, moviéndole los apetitos y afectos, espirituales y sensitivos, desordenadamente acerca de ellas.

1d. Si el alma gusta de las tales aprehensiones, le es muy fácil al demonio hacerle crecer los apetitos y afectos y caer en gula espiritual y otros daños.

2a. Suele sugerir y poner gusto, sabor o deleite en el sentido acerca de las mismas cosas de Dios, para que el alma, enmelada y encandilada en aquel sabor, se vaya cegando con aquel gusto y poniendo los ojos más en el sabor que en el amor, a lo menos ya no tanto en el amor.

2b. Y que haga más caso de la aprehensión que de la desnudez y vacío que hay en la fe y esperanza y amor de Dios.

2c. De aquí vaya poco y poco engañándola y haciéndola creer en sus falsedades con gran facilidad.

2d. Al alma ciega la falsedad no le parece falsedad.

2e. Le parecen las tinieblas luz, y la luz tinieblas.

2f. De ahí viene dar en mil disparates, así acerca de lo natural como de lo moral como de lo espiritual.

2g. Y lo que era vino se volvió en vinagre.

2h. Todo lo cual le viene porque al principio no fue negado el gusto.

2g. Mateo 13, 32: “Aunque [el grano de mostaza] es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un árbol hasta el punto de que vienen los pájaros del cielo a anidar en sus ramas”.

2h. Como en principio es poco o no es tan malo, no se recata tanto el alma, y déjale estar y crece, como el grano de mostaza en árbol grande.

2i. Pequeño yerro en el principio grande es en el fin.

3a. Para huir este daño grande del demonio conviene mucho al alma no querer gustar de las tales cosas.

3b. Salmo 138, 11: Por ventura en mis deleites me cegarán las tinieblas, y tendré la noche por mi luz.

miércoles, 21 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 3. Capítulo 9. La gran tentación: la soberbia espiritual.

 


Capítulo 9. Del segundo género de daños, que es peligro de caer en propia estimación y vana presunción.

1a. Las aprehensiones sobrenaturales de la memoria son también a los espirituales grande ocasión para caer en alguna presunción o vanidad, si hacen caso de ellas.

1b. El que lo tiene, tiene la ocasión en la mano de pensar que ya es algo, pues tiene aquellas comunicaciones sobrenaturales.

1c. Aunque es verdad que lo puede atribuir a Dios y darle gracias teniéndose por indignos, con todo eso se suele quedar cierta satisfacción oculta en el espíriut y estimación de aquello y de sí.

1d. Sin sentirlo les nace la soberbia espiritual.

2a. Lo cual pueden ver ellos claramente en el disgusto que les hace y desvío [desagrado, rae.es] con quien no les alaba su espíritu ni les estima aquellas cosas que tienen.

2b. Y la pena que les da cuando piensan o les dicen que otros tienen aquellas cosas o mejores.

2c. Todo lo cual nace de la secreta estimación y soberbia.

2d. Piensan que basta cierta manera de conocimiento de su miseria, estando juntamente con esto llenos de oculta estimación y satisfacción de sí mismo, agradándose más de su espíritu y bienes espirituales que del ajeno.

2e. Como el fariseo que daba gracias a Dios que no era como los otros hombres y que tenía tales y tales virtudes, en lo cual tenía satisfacción de sí y presunción.

2f. Lucas 18, 11-12: «El fariseo erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”».

2g. Aunque formalmente no lo digan como este, lo tienen habitualmente en espíritu.

2h. Algunos llegan a ser tan soberbios, que son peores que el demonio.

2i. Ellos ven en sí algunas aprehensiones y sentimientos devotos y suaves de Dios, a su parecer, ya se satisfacen de manera que piensan están muy cerca de Dios.

2j. Los que no tienen aquello están muy bajos, y los desestiman como el fariseo.

3a. Para huir este pestífero daño, a los ojos de Dios aborrecible, han de considerar dos cosas.

3b. La primera, que la virtud no está en las aprehensiones y sentimientos sino está en lo que no tienen en sí, que es mucha humildad y desprecio de sí y de sus cosas, y gustar de que los demás sientan de él aquello mismo, no queriendo valer nada en el corazón ajeno.

4a. Lo segundo, han menester advertir que todas las visiones y revelaciones y sentimientos del cielo y cuanto más ellos quisieren pensar, no valen tanto como el menor acto de humildad.

4b. La cual tiene los efectos de la caridad, que no estima sus cosas ni las procura, ni piensa mal sino de sí, y de sí ningún bien piensa, sino de los demás.

4c. 1 Corintios 13, 4-7: “El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe, no es indecoroso 

martes, 20 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 3. Capítulo 8. A Dios por la fe, la esperanza y la caridad. Fe adulta: despojada de todo sentimiento, imaginación, gozo.

 


Capítulo 8. De los daños que las noticias sobrenaturales pueden hacer el alma si hace reflexión sobre ellos. Dice cuántos sean.

1. A cinco géneros de daños se aventura el espiritual si hace presa y reflexión sobre estas noticias y formas que se le imprimen de cosas que pasan por él por vía sobrenatural.

2a. 1º: muchas veces se engaña teniendo lo uno por lo otro.

2b. 2º: está cerca de caer en alguna presunción de vanidad.

2c. 3º: el demonio tiene mucha mano para le engañar por medio de las dichas aprehensiones.

2d. 4º: le impide la unión en esperanza con Dios.

2e. 5º: por la mayor parte juzga a Dios bajamente.

3a. Si el espiritual hace presa y reflexión sobre las dichas noticias y formas se ha de engañar muchas veces acerca de su juicio.

3b. Como cumplidamente [completa o perfectamente, rae.es]  puede saber las cosas que naturalmente pasan por su imaginación, ni tener entero y cierto juicio sobre ellas, mucho menos podrá tenerlo acerca de las sobrenaturales que son sobre nuestra capacidad y que raras veces acaecen.

3c. Muchas veces pensará que son las cosas de Dios, y no será sino su fantasía.

3d. Muchas que lo que es de Dios pensará que es del demonio y lo que que es del demonio es de dios.

3e. Muchas veces se le quedarán formas y noticias muy asentadas de bienes y males ajenos o propios y otras figuras y las tendrá por ciertas y verdaderas, y no lo serán sino muy gran falsedad.

3f. Otras serán verdaderas y las juzgará por falsas.

4a. Ya que no se engañe en la verdad, podráse engañar en la cantidad o cualidad, pensando lo que es poco es mucho, y lo que es mucho, poco.

4b. Poniendo como dice Isaías las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, y lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo.

4c. Isaías 5, 20: “¡Ay de los que llaman bien al mal y mal al bien, / que tienen las tinieblas por luz y la luz por las tinieblas, / que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!”

4d. Ya que acierte en lo uno maravilla será no errar acerca de lo otro.

5a. Lo que le conviene al espiritual para no caer en este daño de engañarse en su juicio es no querer aplicar su juicio para saber qué sea lo que en sí tiene y siente, o qué será tal o tal visión, noticias o asentimiento.

5b. Ni tenga gana de saberlo, ni haga caso, sino sólo para decirlo al padre espiritual, para que le enseñe a vaciar la memoria de aquellas aprehensiones.

5c. Todo cuanto ellas son en sí, no le pueden ayudar al amor de Dios tanto cuanto el menor acto de fe viva y esperanza que se hace en el vacío y renunciación de todo.

lunes, 19 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 3. Capítulo 7. Orar es no pensar, no imaginar, no recordar, no sentir, Estar.

 


Capitulo 7. En que se trata del segundo género de aprehensiones de la memoria, que son imaginarias y noticias sobrenaturales.

1a. Convenía hacer esta división por amor de otras formas y noticias que guarda la memoria en sí,  que son de cosas sobrenaturales, así como de visiones, revelaciones, locuciones y sentimientos por vía natural.

1b. De las cuales cosas, cuando han pasado por el alma, se suele quedar imagen, forma y figura, o noticia impresa, ahora en la memoria o fantasía, a veces muy viva y eficazmente.

1c. Es menester dar aviso, porque la memoria, no se embarace con ellas y le sea impedimento para la unión de Dios en esperanza pura y entera.

2a. El alma para conseguir este bien nunca hacer de reflexión para conservar en sí las formas y figuras y noticias de aquellas cosas.

2b. Cuanto el alma más presa hace menos capacidad y disposición tiene en sí para entrar en el abismo de la fe, donde todo lo demás se absorbe.

2c. Ningunas formas ni noticias sobrenaturales que pueden caer en la memoria son Dios.

2d. De todo lo que noes Dios se ha de vaciar el alma para ir a Dios.

2e. De la memoria se ha de deshacer para unirse con Dios en esperanza, porque toda posesión es contra esperanza.

2f. Hebreos 11, 1: “La fe es fundamento de lo que se espera, y garantía de lo que no se ve”.

2g. Cuanto más la memoria se desposee, tanto más tiene esperanza.

2h. Cuanto más esperanza tiene, tanto más tiene de unión de Dios.

2i. Acerca de Dios cuanto más espera el alma; tanto más alcanza.

2j. Espera más cuando se desposee más.

2k. Cuando se hubiere desposeído perfectamente, perfectamente quedará con la posesión de Dios en unión divina.

2l. Hay muchos que no quieren carecer de la dulzura y sabor de la memoria en las noticias y por eso no vienen a la suma posesión y entera dulzura.

2ll. Lucas 14, 33: El que no renuncia todo lo que posee, no puede ser su discípulo.

2m. Lucas 14, 33: “Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío”.

viernes, 16 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 3. Capítulo 6. Cómo alcanzar la paz interior y por tanto la felicidad.

 


Capítulo 6. De los provechos que se siguen al alma en el olvido y vacío de todos los pensamientos y noticias que acerca de la memoria naturalmente puede tener.

1a. Goza de tranquilidad y paz del ánimo, pues carece de turbación y alteración que nacen de los pensamientos y noticias de la memoria; y por consiguiente de conciencia y de alma, que es más.

1b. En esto tiene gran disposición para la sabiduría humana y divina y virtudes.

2a. Líbrase de muchas sugestiones y tentaciones y movimientos del demonio, que él por medio de los pensamientos y noticias ingiere en el alma, y la hace caer en muchas impurezas y pecados.

2b. Salmo 12, 8: Pensaron y hablaron maldad.

2c. Quitados los pensamientos de en medio no tiene el demonio con qué combatir el espíritu naturalmente.

3a. Tiene el alma, mediante este olvido y recogimiento de todas las cosas, disposición para ser movida del Espíritu Santo y enseñada por él.

3b. Sabiduría 1, 5: Se aparta de los pensamientos que son fuera de la razón.

3c. Las penas y turbaciones que de las cosas y casos adversos en el alma se crían, de nada sirven ni aprovechan para la bonanza de los mismos casos y cosas, antes de ordinario, no solo a estos, sino a la misma alma dañan.

3d. Salmo 39,7: De verdad, vanamente se conturba todo hombre.

3e. Es vano el conturbarse, pues nunca sirve para provecho alguno.

3f. Aunque todo se acabe y se hunda, y todas las cosas sucedan al revés y adversas, vano es el turbarse, pues, por eso, antes se dañan más que se remedian.

3g. Llevarlo todo con igualdad tranquila y pacífica, no sólo aprovecha al alma para muchos bienes, sino también para que en esas mismas adversidades se acierte mejor a juzgar de ellas y ponerles remedio conveniente.

4a. Eclesiastés 3, 12: Conocí que no había cosa menor para el hombre, que alegrarse y hacer bien 

jueves, 15 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 3. Capítulo 5. Apartando el recuerdo, particularmente de lo que nos entristeze, alcanzamos la paz interior, la rectitud moral y la unión con Dios.

 

Capítulo 5. Del tercer daño que le sigue al alma por vía de las noticias distintas naturales de la memoria.

1a. El daño tercero es privativo, porque la pueden impedir el bien moral y privar del espiritual.

1b. El bien moral consiste en la rienda de las pasiones y freno de los apetitos desordenados; de lo cual se sigue en el alma tranquilidad, paz, sosiego y virtudes morales, que es el bien moral.

1c. Esta rienda y freno no la puede tener el alma no olvidando y apartando cosas de sí, de donde le nacen las aflicciones.

1d. Nunca le nacen al alma turbaciones si no es de las aprehensiones de la memoria.

1e. Olvidadas todas las cosas, no hay cosa que perturbe la paz ni que muevan los apetitos.

1f. Lo que el ojo no ve, el corazón no desea.

2a. Cada vez que el alma se pone a pensar alguna cosa, queda movida y alterada, o en poco o en mucho, acerca de aquella cosa.

2b. Si pesada y molesta, saca tristeza u odio, etc.

2c. Si agradable, saca apetito y gozo, etc.

2d. Por fuerza ha de salir después de turbación en la mudanza de aquella aprehensión; y así, ahora tiene gozos, ahora tristezas, ahora odio, ahora amor, y no puede perseverar siempre de una manera, que es el efecto de la tranquilidad moral, sino es cuando procura olvidar todas las cosas.

2e. Las noticias impiden mucho en el alma el bien de las virtudes morales.

3a. El alma alterada que no tiene fundamento de bien moral, no es capaz, en cuanto tal, del espiritual.

3b. El cual no se imprime sino en el alma moderada y puesta en paz.

3c. Si el alma hace caso de las aprehensiones de la memoria no es posible que esté libre para lo incomprehensible, que es Dios.

3d. Para que el alma vaya a Dios antes ha de ir no comprendiendo que comprendiendo.

miércoles, 14 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro Tercero. Capítulo 4. Orar es vaciarse de recuerdos e imaginaciones para encontrarte con quien Es.

 

 

Capítulo 4. Que trata del segundo daño que puede venir al alma de parte del demonio por vía de aprehensiones naturales de la memoria.

1a. El segundo daño positivo es de parte del demonio, el cual tiene gran mano en el alma por este medio.


1b. Puede añadir formas, noticias y discursos, y por medio de ellos afectar el alma con soberbia, avaricia, ira, envidia, etc., y poner odio injusto, amor vano y engañar de muchas maneras.

1c. Suele él dejar las cosas y asentarlas en la fantasía de manera que las que son falsas, parezcan verdaderas, y las verdaderas falsas.

1d. [La memoria] si se oscurece en todas ellas y se aniquila en el olvido, cierra totalmente la puerta a este daño del demoonio y se libra de todas estas cosas, que es gran bien.

1e. El demonio no puede nada en el alma si no mediante las operaciones de las potencias de ella.

1f. Si la memoria se aniquila en ellas, el demonio no puede nada, porque no halla de donde asir, y sin nada, nada puede.

2a. Yo quisiera que los espirituales acabasen bien de echar de ver cuántos daños les hacen los demonios en las almas por medio de la memoria cuanto se dan mucho a usar de ellas.

2b. Cuántas tristezas y aflicciones, y gozos malos vanos los hacen tener, así acerca de lo que piensan en Dios como de las cosas del mundo.

2c. Cuantas impurezas les dejan arraigadas en el espíritu haciéndolos distraer del sumo recogimiento, que consiste en poner toda el alma, según sus potencias, en solo el bien incomprensible y quitarla de todas las aprehensiones.

2d.Aunque no se siguiera tanto bien de este vacío como es ponerse en Dios, por solo ser causa de librarse de muchas penas, aflicciones y tristezas, allende de las imperfecciones y pecados de que se libra, es grande bien.

sábado, 10 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 3. Capítulo 3. Por el silencio interior a Dios.

 


Capítulo 3. En que se dicen tres maneras de daños que recibe el alma no oscureciéndose acerca de las noticias y discursos de la memoria. Dice aquí el primero.

1a.A tres daños e inconvenientes está sujeto el espiritual que todavía quiere usar de las noticias y discursos naturales de la memoria para ir a Dios.

1b. El primero es de parte de las cosas del mundo; el segundo, de parte del demonio; el tercero y privativo es el impedimento y estorbo que hacen y le causan para la divina unión.

2a. El primero es estar sujeto a muchos daños, falsedades, imperfecciones, apetitos, juicios, perdimiento de tiempo y otras muchas cosas que crían en el alma muchas impurezas.

2b. Muchas veces ha de parecer lo verdadero falso y lo cierto dudoso, y al contrario, pues apenas podemos de raíz conocer una verdad.

3a. Imperfecciones a cada paso las hay si pone la memoria en lo que oyó, vio, tocó, olió y gustó, etc. en lo cual se le ha de pegar alguna afición: dolor, temor, odio, vana esperanza, vano gozo, vanagloria, etc.

3b. En el alma pegan mucha impureza sutilísimamente, aunque sean los discursos y noticias acerca de las cosas de Dios.

3c. Dichas noticias y discursos naturalmente nacen, y solo querer tener la dicha noticia y discurso es apetito.

3d. Que ha de tener también muchos toques y juicios, bien se ve, pues no puede dejar de tropezar con la memoria en males y bienes ajenos, en que a veces parece lo malo bueno y lo bueno malo.

3e. Yo creo no habrá quien bien se libre, si no es cegando y oscureciendo la memoria acerca de todas las cosas.

4a. Si me dijeres que bien podrá el hombre  vencer todas estas cosas cuando le vinieren, digo que del todo puramente es imposible si hace caso de noticias.

4b. Porque en ellas se ingieren mil imperfecciones e impertinencias, y algu9nas tan sutiles y delgadas, que, sin entenderlo el alma, se le pegan de suyo, así como la pez al que la toca.

4c. Mejor se vence todo de una vez negando la memoria en todo.

4d. Dirás que se priva el alma de muchos buenos pensamientos y consideraciones de Dios, que aprovechan mucho al alma para que Dios la haga mercedes.

4e. Digo que más aprovecha la pureza del alma, que consiste en que no se le pegue ninguna afición de criatura.

4f. Mejor es aprender a poner las potencias en silencio y callando, para que hable Dios.

4g. Como cuando dice el profeta cuando venga el alma según estas sus potencias a soledad y le hable Dios al corazón.

4h. Oseas 2, 14: “Devastaré su viña y su higuera, / de las que decía: / Son mi salario, / me lo dieron mis amantes”. / Las convertiré en selva, / las devorará el animal salvaje”.

5a. Si todavía replicas, diciendo que no tendrá bien ninguno el alma si no considera y discurre la memoria de Dios, y que se le irán entrando muchas distracciones y flojedades.

5b. Digo que es imposible que, si la memoria se recoge acerca de lo de allá y de lo de acá juntamente, que se le entren males y distracciones, ni otras impertinencias ni vicios.

5c. Las cuales cosas siempre entran por vagueación [de vaguear: holgazanear, rae.es] de la memoria.

5d. Esto fuera si cerrara la puerta a las consideraciones y discursos y la abriéramos  para las de abajo, pero aquí la cerramos, haciendo a la memoria quede callada y muda, y sólo el oído del espíritu en silencio a Dios, diciendo con el profeta.

5e. 1 Samuel 3, 10: Habla, Señor, que tu siervo oye.

5f. Tal dijo el esposo en los cantares que había de ser la esposa diciendo:

5g. Cantar de los Cantares 4, 12: Mi hermana es huerto cerrado y fuente sellada.

5h. Es a saber, a todas las cosas que en él puede entrar.

6a. Estése cerrado sin cuidado y pena, que el que entró a sus discípulos corporalmente, las puertas cerradas, y les dijo paz sin ellos saber ni pensar que aquello podía ser ni como podía ser, entrará espiritualmente en el alma sin que sepa el como, teniendo ella las puertas de las potencias, memoria, entendimiento y voluntad, cerradas a todas las aprehensiones, y se las llenará de paz.

6b. Juan 20, 19-20: “Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: “Paz a vosotros”. Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor”.

6c. Declinando sobre ella, como el profeta dice:

6d. Isaías 48, 18: “Si hubieras atendido a mis mandatos, / tu bienestar sería como un río, / tu justicia como las olas del mar”.

6e. Como un río de paz que la quitará todos los recelos y sospechas, turbación y tiniebla que le hacían temer que estaba o que iba perdido.

6d. No pierda el cuidado de orar y espere su desnudez y vacío, que no tardará su bien.

viernes, 9 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 3. Capítulo 2, números 9-16. Experiencia mística, abandonarse pacientemente en Dios, sin pretender pensar, recordar,...

 


9a. El Espíritu de Dios las hace saber lo que han de saber, e ignorar lo que conviene ignorar, y acordarse de lo que han de acordar y olvidar lo que es de olvidar, y amar lo que han de amar, y no amar lo que no es en Dios.

9b. No hay que maravillar que los movimientos y operaciones de estas potencias sean divinos, pues están transformadas en ser divino.

10a. Dios solo mueve las potencias de estas almas para aquellas obras que convienen según la voluntad y ordenación de Dios.

10b. La Virgen nuestra Señora estando desde el principio levantada a este alto estado nunca tuvo en su alma impresa forma de alguna criatura; ni por ella se movió, sino siempre su moción fue por el Espíritu santo.

11. Ha de acudir a tal tiempo a cierto negocio necesario; no se acordará por forma ninguna, sino que, sin saber como, se le asentará en el alma cuándo y cómo convendrá acudir a aquello, sin que haya falta.

12a. Aunque algunas veces es por formas intelectuales, muchas es sin formas aprehensibles.

12b. Esto les viene de parte de la sabiduría divina.

12c. Les viene generalmente, como decimos en el Monte, a saber todo, según aquello que dice el Sabio.

12d. Salmo 7, 21: El artífice de todo que es la Sabiduría, me lo enseñó todo.

13. Dirás que el alma no podrá vaciar y privar tanto la memoria de todas las formas y fantasías, que pueda llegar a un estado tan alto.

13b. Porque hay dos dificultades que son sobre las fuerzas y habilidad humana: despedir lo natural con habilidad natural, que no puede ser, y tocar y unirse a lo sobrenatural, que es mucho más dificultoso, y con natural habilidad solo es imposible.

13c.Esto va Dios obrando en ella pasivamente, Deo dante, en la noche pasiva del alma.

13d. Cuando Dios fuere servido la acabará de dar el hábito de la divina unión perfecta.

14a. Ordinariamente el espiritual tenga esta cautela: en todas las cosas que oyere, viere, oliere, gustare o tocare, no haga archivo ni presa de ellas en la memoria, sino que las deje luego olvidar.

14b. De manera que no le quede en la memoria de alguna noticia ni figura de ellas, como si en el mundo no fuesen, dejando la memoria libre y desembarazada, no atándola a ninguna consideración de arriba ni de abajo, como si tal potencia de memoria no tuviese, dejándola libremente perder en el olvido.

14c. Todo lo natural antes estorba que ayuda.

15a. Aunque en algún tiempo no se sienta provecho de esta suspensión de noticias y formas, no por eso se ha de cansar el espiritual; que no dejará Dios de acudir a su tiempo.

15b. Por un bien tan grande mucho conviene pasar y sufrir con paciencia y esperanza.

16a. Todavía hay almas que muy ordinariamente son movidas de Dios en sus operaciones, y ellas no son las que se mueven.

16b. Romanos 8, 14: “Cuántos se dejan llevar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios”.

16c. Ellas son las que se mueven, según aquello de san Pablo que los hijos de Dios, que son estos transformados y unidos en Dios, son movidas del Espíritu de Dios, esto es, a divinas obras en sus potencias.

16d. No es maravilla que las operaciones sean divinas, pues la unión del alma es divina.

jueves, 8 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 3. Capítulo 2, números 1-8. La experiencia mística, olvido de todo. Todo Dios.

 


Capítulo 2. En que trata de las aprehensiones naturales de la memoria, y se dice cómo se ha de vaciar de ellas para que el alma se pueda unir con Dios según esta potencia.

1a. Necesario le es al lector advertir en cada libro de estos al propósito que vamos hablando, porque, si no, podránle nacer muchas dudas acerca de lo que fuere leyendo, como ahora las podría tener en lo que habemos dicho del entendimiento y8 ahora diremos de la memoria, y después diremos de la voluntad.

1b. Viendo cómo aniquilamos las potencias acerca de sus operaciones, quizá le parecerá que antes destruimos el camino del ejercicio espiritual que lo edificamos.
1c. Lo cual sería verdad si quisiésemos instruir aquí no más que a principiantes, a los cuales conviene disponerse por esas aprehensiones discursivas y aprehensibles.

2a. Porque aquí vamos dando doctrina para pasar adelante en contemplación a unión de Dios para lo cual todos eses medios sensitivos de potencias han de quedar atrás y en silencio.

2b. Para que Dios de suyo obre en el alma la divina unión conviene ir por este estilo desembarazando y vaciando.

2c. Haciendo negar a las potencias su jurisdicción natural y operaciones, para que se dé lugar a que sean infundidas e ilustradas de lo sobrenatural.

3.Siendo verdad, como lo es, que a Dios el alma antes le ha de ir conociendo por lo que no es que por lo que es.

4a. Las noticias naturales en la memoria son todas aquellas que pueden formar de objetos de los cinco sentidos corporales: oír, ver, oler, gustar y palpar.

4b. Estas se ha de desnudar y vaciar y procurar perder la aprehensión imaginaria de de ellas.

4c. De manera que en ella no le quede impresa noticia ni rastro de cosa, sino que se quede calva y rasa, como si no hubiese pasado por ella, olvidada y suspendida de todo.

4d. Mateo 6, 24: “Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero”.

4d. Pues ninguno puede servir a dos señores, como dice Cristo, no puede la memoria estar juntamente unida en Dios y en las formas y noticias distintas.

4e. Dios no tiene forma ni imagen que pueda ser comprehendidos de la memoria.

4f. Cuando está unida a Dios se queda sin forma y sin figura, perdida la imaginación, embebida la memoria en sumo bien, en grande olvido, sin acuerdo de nada.

4g. Aquella unión la vacía la fantasía y barre de todas las formas y noticias, y la sube a lo sobrenatural.

5a. Algunas veces cuando Dios hace estos toques de unión en la memoria, súbitamente le da un vuelco en el cerebro, que es donde ella tiene asiento.

5b. Tan sensible que le parece se desvanece toda la cabeza y que se pierde el juicio y el sentido.

5c. A causa de esta unión se vacía y purga la memoria.

6a. A veces este olvido de la memoria y suspensión de la imaginación se pasa mucho tiempo sin sentido ni saber qué se hizo aquel tiempo.

6b. Aunque entonces le hagan cosas que causen dolor, no lo siente, porque sin imaginación no hay sentimiento.

6c. Para que Dios venga a hacer estos toques de unión conviénele al alma desunir la memoria de todas las noticias aprehensibles.

7. Dirá alguno que bueno parece esto, que Dios no destruye la naturaleza, antes la perfecciona, y aquí necesariamente se sigue su destrucción, pues se olvida de lo moral y razonal para obrarlo, y de lo natural para ejercitarlo.

8a. A lo cual respondo que es así, cuanto más va uniéndose la memoria con Dios, más va perfeccionando las noticias distintas hasta perderlas del todo, que es cuando en perfección llega al estado de unión.

8b. Ya que llega a tener hábito de unión, que es un sumo bien, ya que no tiene esos olvidos en esa manera en lo que es razón moral y natural, tiene mucha mayor perfección.

8c. Habiendo hábito de unión, desfallece del todo la memoria y las demás potencias en sus naturales operaciones y pasan de su término natural al de Dios que es sobrenatural.

8d. Estando la memoria transformada en Dios no se le pueden imprimir formas ni noticias de cosas.

8e. Estas operaciones de la memoria y de las demás potencias en este estado todas son divinas, porque poseyendo ya Dios las potencias él mismo es el que las mueve y manda divinamente.

8f. 1 Corintios 6, 17: el que se une con Dios, un espíritu se hace con él.

8g. Las operaciones del alma unida son del Espíritu divino, y son divinas.

miércoles, 7 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro Tercero. Capítulo 1. Las otras potencias del alma: memoria y voluntad.

 


LIBRO TERCERO.

En que se trata de la purgación de la noche activa de la memoria y voluntad. Dase doctrina cómo se ha de haber el alma acerca de las aprehensiones de estas dos potencias para venir a unirse con Dios, según las dichas dos potencias, en perfecta esperanza y caridad.

 

Capítulo 1.

1a. Instruida la primera potencia del alma, que es el entendimiento [la razón], por todas sus aprehensiones en la primera virtud teológica que es la fe, para que se pueda unir el alma a Dios por medio de la pureza de fe.

1b. Resta ahora hacer lo mismo acerca de las otras dos potencias del alma, que son memoria y voluntad, purificándolas de sus aprehensiones para que el alma se venga a unir con Dios en perfecta esperanza y caridad.

1c .No es posible que, si el espiritual instruyese bien el entendimiento en fe no instruya también de camino a las otras dos potencias en las otras dos virtudes [esperanza y caridad], pues las operaciones de las unas dependen de las otras.

2a. Objetos de la memoria: naturales, imaginarias y espirituales.

2b. Según los cuales también son en tres maneras las noticias de la memoria, es a saber, naturales y sobrenaturales e imaginarias y espirituales.

3. De las cuales mediante el favor divino, iremos aquí tratando, comenzando de las noticias naturales, que son de objeto más exterior.

3b. Luego se tratará de las afecciones de la voluntad, con las que concluirá este libro tercero de la noche activa espiritual.

martes, 6 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 2. Capítulo 32. Los sentimientos fruto de los toques libres de Dios.

 

Capítulo 32. En que se trata de las aprehensiones que recibe el entendimiento de los sentimientos interiores que sobrenaturalmente se hacen al alma. Dice la causa de ellos y en qué manera se ha de haber el alma para no impedir el camino de la unión de Dios en ellas.

1a. El cuarto y último género de aprehensiones intelectuales, que decíamos podían caer el entendimiento de parte de los sentimientos espirituales que muchas veces sobrenaturalmente se hacen al alma del espiritual.

2a. Estos pueden caer en dos maneras.

2b. Sentimientos en el afecto de la voluntad y sentimientos en la sustancia del alma,.

2c. Los de la voluntad cuando son de Dios son muy subidos.

2d. Los de la sustancia del alma son altísimos y de gran bien y provecho, los cuales ni el alma ni quien las trata pueden saber la causa de donde proceden.

2e. Estas mercedes dalo Dios a quien quiere y por lo que él quiere.

2f. Acaecerá que una persona se habrá ejercitado en muchas obras y no la dará estos toques; y otras en muchas menos, y se los dará subidísimos y en mucha abundancia.

2g. No es menester que el alma esté ocupada en cosas espirituales, aunque estarlo es mucho mejor para tenerlos.

2h. Dios dé los toques de donde el alma tiene los dichos sentimientos, porque las más veces está harto descuidada de ellos.

3a. Estos sentimientos no pertenecen al entendimiento sino a la voluntad.

3b. Muchas y las más veces de ellos redunda en el entendimiento aprehensión y noticia e inteligencia.

3c. Estas noticias a veces son más subidas y claras, a veces menos y menos claras, según lo son también los toques que Dios hace.

4a. No ha de procurarlas ni tener gana de admitirlas, porque el entendimiento no vaya de suyo formando otras, ni el demonio tenga entrada con otras varias o falsas, lo cual puede él muy bien hacer por medio de los dichos sentimientos o lo que él de suyo puede poner en medio de los dichos sentimientos.

4b. Hágase resignada, humilde y pasivamente en ellas: que, pues pasivamente las recibe de Dios, él se las comunicará cuando él fuere servido, viéndola humilde y desapropiada.

4c. De esta manera no impedirá en sí el provecho que estas noticias hacen para la divina unión.

4d. Todos estos toques son de unión, la cual pasivamente se hace en el alma.

5. Lo dicho basta acerca de esto, porque, cualquiera cosa que al alma acaezca acerca del entendimiento, se hallará cautela y doctrina para ella en las divisiones ya dichas.

lunes, 5 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 2. Capítulo 30. Cuando Dios imprime su voz en el interior de la persona, la transforma.

 


Capítulo 31. En que trata de las palabras interiores que formalmente se hacen al espíritu por vía sobrenatural. Avisa el daño que pueden hacer y la cautela necesaria para no ser engañados en ellas.

1a. El segundo género de palabras interiores son palabras formales que algunas veces se hacen al espíritu por vía sobrenatural sin medio de algún sentido, ahora estando el espíritu recogido, ahora no.

1b. Formales: formalmente al espíritu se las dice tercera persona, sin poner él nada en ello.

1c. Diferentes a las que acabamos de decir: se hacen sin que el espíritu ponga de su parte algo en ella; y acaécele a veces sin estar recogido, sino muy fuera de aquello que se le dice.

2a. Muchas veces son como conceptos en que se le dice algo.

2b. A veces son una palabra, a veces dos o más, a veces son sucesivas, enseñando o tratando algo con el alma, y todas sin que ponga nada de suyo el espíritu.

2c. Daniel 9, 22: “Al llegar [el arcángel Gabriel], me habló así: Daniel, acabo de salir para que comprendas”.

2d. Dice que hablaba el ángel en él, lo cual era formal y sucesivamente razonando en su espíritu y enseñándole.

3a. Estas palabras, cuando no son más que formales, el efecto que hacen en el alma no es mucho.

3b. Ordinariamente solo para enseñar o dar luz en alguna cosa.

3c. Y este cuando son de Dios, siempre le obran el alma, porque ponen el alma pronta y clara en aquello que le manda o enseña.

3d. Algunas veces no quitan al alma la repugnancia y dificultad, antes se la suelen poner mayor, lo cual hace Dios para mayor enseñanza, humildad y bien del alma.

3e. Así leemos en el Éxodo (3-4) que, cuando mandó Dios a Moisés que fuese al faraón y librase al pueblo, tuvo tanta repugnancia, que fue menester mandárselo tres veces y mostrarle señales, y, con todo eso, no aprovechaba, hasta que Dios le dio por compañero a Aarón, que llevase parte de la hora.

4a. Al contrario acaece cuando las palabras y comunicaciones son del demonio, que en las cosas de más valer pone facilidad y prontitud, y en las bajas, repugnancia.

4b. Aborrece Dios tanto el ver las almas inclinadas a mayorías, que cuando él se lo manda y las pone en ellas no quiere que tenga prontitud y gana de mandar.

5a. De todas estas palabras formales tan poco caso ha de hacer el alma como de las otras sucesivas.

5b. Demás de que ocuparía el espíritu de lo que no es legítimo y próximo para la unión de Dios, que es fe, podría fácilmente ser engañada por el demonio.

5c. No se ha de hacer lo que ellas dijeren, ni hacer caso de ellas, sea de bueno o de mal espíritu.

5d. Se han de manifestar al confesor maduro o persona discreta y sabia, para que dé doctrina y vea lo que conviene en ella y dé su consejo, y se haya en ellas resignada y negativamente.

5e. Y si no fuere hallada la tal persona experta, más vale, no haciendo caso de las tales palabras, no dar parte a nadie, porque fácilmente encontrará con algunas personas que antes le destruyan el alma que la edifique.

5f. Las almas no las ha de tratar cualquiera, pues es cosa de tanta importancia errar o acertar en tan grave negocio.

6a. El alma jamás dé su parecer, ni haga cosa ni la admita, de lo que aquellas palabras dicen sin mucho acuerdo y consejo ajeno.

6b. En esta materia acaecen engaños sutiles y extraños; tanto, que tengo para mí que el alma que no fuere enemiga de tener las tales cosas, no podrá dejar de ser engañada en muchas de ellas, o en poco o en mucho.

7. De estos engaños y peligros y de la cautela para ellos está tratado en el capítulo 17, 18, 19 y 20 de este libro.

7b. Solo digo que la principal doctrina es no hacer caso de ello en nada.

 

Capítulo 31. En que se trata de las palabras sustanciales que interiormente se hacen al espíritu. Dícese las diferencias que hay de ellas a las formales, el provecho que hay en ellas y la resignación y respeto que el alma debe tener en ellas.

1a. El tercer género de palabras interiores decíamos que eran las palabras sustanciales.

1b. Aunque también son formales, por cuanto muy formalmente se imprimen en el alma, difieren en que la palabra sustancial hace efecto vivo y sustancial en el alma y la solamente formal no así.

1c. Imprime sustancialmente en el alma aquello que ella significa.

1d. Tal como si nuestro Señor dijese formalmente al alma: “Sé buena”, luego sustancialmente sería buena; o “Amame”, luego tendría y sentiría en sí sustancia de amor de Dios.

1e. El dicho de Dios y su palabra es llena de potestad.

1f. Eclesiastés 8, 4: “La palabra del rey es poderosa: ¿quién puede decirle ‘qué estás haciendo’?”.

1g. Hace sustancialmente en el alma aquello que dice.

1h. Salmo 67, 34: Cantad, que él dará a su voz, voz de virtud.

1i. Así lo hizo con Abrahán, que, en diciendo le dijo:

1j. Génesis 17, 1: Anda en mi presencia y sé perfecto.

1k. Luego fue perfecto y anduvo siempre acatando a Dios.

1l. Este es el poder de su palabra en el Evangelio, con que sanaba los enfermos, resucitaba a los muertos, etc., solamente con decirlo.

1ll. Son tanto momento y precio, que le son al alma vida y virtud y bien incomparable, porque le hace más bien una palabra de estas que cuanto el alma ha hecho toda su vida.

2a. Acerca de estas, ni tiene el alma qué hacer ni qué querer, ni qué no querer, ni qué desechar, ni qué tener.

2b. No tiene que hacer en obrar lo que ellas dicen, porque nunca se las dice Dios para que ella las ponga por obra, sino para obrarlas en ella.

2c. Ni es menester su querer para que Dios las obra, ni bastan con no querer para que dejen de hacer el dicho efecto; sino háyase con resignación y humildad en ellas.

2d. No tiene que desechar, porque el efecto de ellas queda sustancialmente en el alma y lleno del bien de Dios su acción es menos en todo.

3e. No tiene que temer algún engaño, porque ni el entendimiento ni el demonio puede entrometerse en esto ni llegar a hacer pasivamente efecto sustancial en el alma, de manera que la imprima el deseo y hábitos de su palabra, si no fuese que el alma estuviese dada a él por pacto voluntario.

3f. Jeremías 23, 28: ¿Qué tienen que ver las pajas con el trigo? ¿Por ventura mis palabras no son como fuego y como martillo que quebranta las peñas?

3g. Estas palabras sustanciales sirven mucho para la unión del alma con Dios y cuanto más interiores, más sustanciales son y más aprovechan. ¡Dichosa el alma a quien Dios la hablare!

3h. 1 Samuel 3, 10: Habla, Señor, que tu siervo oye.

sábado, 3 de octubre de 2020

Subida del Monte Carmelo. Libro 2. Capítulo 30. Si se cree haber escuchado voces sobrenaturales prudencia, no las ha de tratar cualquiera, buscar un confesor maduro o una persona discreta y sabia.

 


Capítulo 30. En que trata de las palabras interiores que formalmente se hacen al espíritu por vía sobrenatural. Avisa el daño que pueden hacer y la cautela necesaria para no ser engañados en ellas.

1a. El segundo género de palabras interiores son palabras formales que algunas veces se hacen al espíritu por vía sobrenatural sin medio de algún sentido, ahora estando el espíritu recogido, ahora no.

1b. Formales: formalmente al espíritu se las dice tercera persona, sin poner él nada en ello.

1c. Diferentes a las que acabamos de decir: se hacen sin que el espíritu ponga de su parte algo en ella; y acaécele a veces sin estar recogido, sino muy fuera de aquello que se le dice.

2a. Muchas veces son como conceptos en que se le dice algo.

2b. A veces son una palabra, a veces dos o más, a veces son sucesivas, enseñando o tratando algo con el alma, y todas sin que ponga nada de suyo el espíritu.

2c. Daniel 9, 22: “Al llegar [el arcángel Gabriel], me habló así: Daniel, acabo de salir para que comprendas”.

2d. Dice que hablaba el ángel en él, lo cual era formal y sucesivamente razonando en su espíritu y enseñándole.

3a. Estas palabras, cuando no son más que formales, el efecto que hacen en el alma no es mucho.

3b. Ordinariamente solo para enseñar o dar luz en alguna cosa.

3c. Y este cuando son de Dios, siempre le obran el alma, porque ponen el alma pronta y clara en aquello que le manda o enseña.

3d. Algunas veces no quitan al alma la repugnancia y dificultad, antes se la suelen poner mayor, lo cual hace Dios para mayor enseñanza, humildad y bien del alma.

3e. Así leemos en el Éxodo (3-4) que, cuando mandó Dios a Moisés que fuese al faraón y librase al pueblo, tuvo tanta repugnancia, que fue menester mandárselo tres veces y mostrarle señales, y, con todo eso, no aprovechaba, hasta que Dios le dio por compañero a Aarón, que llevase parte de la hora.

4a. Al contrario acaece cuando las palabras y comunicaciones son del demonio, que en las cosas de más valer pone facilidad y prontitud, y en las bajas, repugnancia.

4b. Aborrece Dios tanto el ver las almas inclinadas a mayorías, que cuando él se lo manda y las pone en ellas no quiere que tenga prontitud y gana de mandar.

5a. De todas estas palabras formales tan poco caso ha de hacer el alma como de las otras sucesivas.

5b. Demás de que ocuparía el espíritu de lo que no es legítimo y próximo para la unión de Dios, que es fe, podría fácilmente ser engañada por el demonio.

5c. No se ha de hacer lo que ellas dijeren, ni hacer caso de ellas, sea de bueno o de mal espíritu.

5d. Se han de manifestar al confesor maduro o persona discreta y sabia, para que dé doctrina y vea lo que conviene en ella y dé su consejo, y se haya en ellas resignada y negativamente.

5e. Y si no fuere hallada la tal persona experta, más vale, no haciendo caso de las tales palabras, no dar parte a nadie, porque fácilmente encontrará con algunas personas que antes le destruyan el alma que la edifique.

5f. Las almas no las ha de tratar cualquiera, pues es cosa de tanta importancia errar o acertar en tan grave negocio.

6a. El alma jamás dé su parecer, ni haga cosa ni la admita, de lo que aquellas palabras dicen sin mucho acuerdo y consejo ajeno.

6b. En esta materia acaecen engaños sutiles y extraños; tanto, que tengo para mí que el alma que no fuere enemiga de tener las tales cosas, no podrá dejar de ser engañada en muchas de ellas, o en poco o en mucho.

7. De estos engaños y peligros y de la cautela para ellos está tratado en el capítulo 17, 18, 19 y 20 de este libro.

7b. Solo digo que la principal doctrina es no hacer caso de ello en nada.

 

Llama de amor viva. Canción 1, 23. Encuentro entre dos desiguales: Dios inmenso y el alma estrecha, amargura hasta hallar el deleite divino.

  23a. Esta llama de suyo en extremo es amorosa, y tierna y amorosamente embiste en la voluntad. 23b. Y la voluntad de suyo es seca y dura...