Canción 40: Que nadie lo miraba, / Aminadab
tampoco parecía / y el cerco sosegaba, / y la caballería / a vista de las aguas
descendía.
1a. Conociendo la esposa que ya el apetito de
su voluntad está desasido de todas las cosas y arrimado a su Dios con
estrechísimo amor.
1b. La parte sensitiva del ala, con todas sus
fuerzas, potencias y apetitos, está conformada con el espíritu.
1c. Acabadas ya y sujetas sus rebeldías.
1d. El demonio, por el vario y largo
ejercicio y lucha espiritual, está ya vencido y apartado muy lejos.
1e. Su alma está unida y transformada con abundancia
de riquezas y dones celestiales.
1f. Está ya bien dispuesta y aparejada y
fuerte, arrimada en su Esposo (Cantar de los Cantares 8, 5).
1g. Para subir por desierto de la muerte,
abundando en deleites, a los asientos y sillas gloriosas de su Esposo.
1h. Con deseo que el Esposo concluya ya este
negocio.
1i. Pónele por delante para más moverle a
ello todas estas cosas en esta última canción.
1j. En la cual dice cinco cosas:
1k. 1ª: ya su alma está desasida y ajena de
todas las cosas.
1l. 2ª: Ya está vencido y ahuyentado el
demonio.
1m. 3ª: ya están sujetadas las pasiones y
mortificados los apetitos naturales.
1n. 4ª: ya está la parte sensitiva e inferior
reformada y purificada.
1ñ. Que está conformada con la parte
espiritual, de manera que no solo no estorbará para recibir aquellos bienes
espirituales.
1o. Antes se acomodará a ellos.
1p. Porque de los que aún ahora tiene participa
según su capacidad.