Anotación para la canción siguiente.
1a. Como la esposa tiene ya las virtudes
puestas en el alma en el punto de su perfección.
1b. En que está gozando de ordinaria paz en
las visitas que el Amado le hace.
1c. Algunas veces goza subidísimamente la
suavidad y fragancia de ellas por el toque el Amado hace en ellas.
1d. Bien así como se gusta la suavidad y
hermosura de las azucenas y flores cuando están abiertas y las tratan.
1e. En muchas de estas visitas ve el alma en
su espíritu todas las virtudes suyas, obrando él ella esta luz.
1f. Ella entonces, con admirable deleite y
sabor de amor, las junta todas y las ofrece al Amado como una piña de hermosas
flores.
1g. Recibiéndolas el Amado entonces, porque
de veras las recibe, recibe en ello grna servicio.
1h. Todo lo cual pasa dentro del alma, en que
siente ella estar el Amado como en su propio lecho.
1i. El alma se ofrece juntamente con las
virtudes, que es el mayor servicio que ella le puede hacer, y así uno de los
mayores deleites que en el trato interior con Dios ella suele recibir en esta
manera de don que hace el amado.
2a. Conociendo el demonio esta prosperidad
del alma, el cual, por su gran malicia, todo el bien que en ella ve envidia.
2b. A este tiempo usa de toda su habilidad y
ejercita todas sus artes para poder turbar en el alma siquiera una mínima parte
de este bien.
2c. Más precia él impedir a esta alma un
quilate de esta su riqueza y glorioso deleite que hacer caer a otras muchas en
otros muchos y graves pecados.
2d. Las otras tienen poco o nada que perder,
y esta mucho, porque tiene mucho ganado y muy precioso.
2e. Así como perder un poco de oro muy primo
es más que perder mucho de otros metales.
2f. aprovechase aquí el demonio de los
apetitos sensitivos, aunque con estos en este estado las más veces puede muy
poco o nada.
2g. Por estar ya ellos amortiguados y de que
con esto no puede, representa a la imaginación muchas variedades.
2h. A las veces levanta en la parte sensitiva
muchos movimientos, como después se dirá, y otras molestias que causa, así
espirituales como sensitivas.
2i. De las cuales no es en mano del alma
poderse librar hasta que el Señor envía su ángel, como se dice en el salmo, en
derredor
de los que le temen y los libra.
2j. Salmo 33, 8: “Tema al Señor la tierra
entera, tiemblen ante él los habitantes del orbe”.
2k. Hace paz y tranquilidad, así en la parte sensitiva
como en la espiritual del alma.
2l. La cual para denotar todo esto y pedir
este favor, recelosa la experiencia que tiene de las astucias que usa el
demonio para hacerle el dicho daño en este tiempo, hablando con los ángeles,
cuyo oficio es favorecer, a este tiempo ahuyentando los demonios, dice la
siguiente canción.
2m. Canción 16.
Cazadnos las raposas,
que está ya florecida nuestras viñas,
en tanto que de rosas
hacemos una piña,
y nos parezca nadie en la montiña
Declaración.
3a. Deseando el alma que no le impidan la
continuación de este deleite interior de amor, que es la flor de la viña de su
alma.
3b. Ni los envidiosos y maliciosos demonios,
ni los furiosos apetitos de la sensualidad, ni las varias idas y venidas de las
imaginaciones.
3c. Ni otras cualesquier noticias y
presencias de cosas.
3d. Invoca a los ángeles diciendo que cacen
todas estas cosas y las impidan, de manera que no estorben el ejercicio de amor
interior.
3e. En cuyo deleite y sabor se están
comunicando y gozando las virtudes y gracias entre el alma y el Hijo de Dios.
Así dice:
3f. Cazadnos las raposas,
que
está ya florecida nuestra viña.
4a. La viña es el plantel que está en esta
santa alma de todas las virtudes, las cuales le dan a ella vino de dulce amor.
4b. Esta viña del alma está florida cuando
según la voluntad está unida con el Esposo, y en el mismo Esposo está
deleitándose, según todas estas virtudes juntas.
4c. Algunas veces suelen acudir a la memoria
y fantasía muchas y variadas formas de imaginaciones, y en la parte sensitiva
se levantan muchos y varios movimientos y apetitos.
4d. Los cuales, por ser de tantas maneras y
tan varios, cuando David estaba bebiendo este sabroso vino del Espíritu con
grande sed de Dios, sintiendo el impedimento
y molestias que le hacían, dijo:
4e. Salmo 62, 2: Mi alma tuvo sed en ti; cuán
de muchas maneras se ha mi carne a ti.
5a. Llama el alma a toda esta armonía de
apetitos y movimientos sensitivos raposas, por la gran propiedad
que tienen a este tiempo en ellas.
5b. Así como las raposas se hacen dormidas
para hacer presa cuando salen a caza, así todos estos apetitos y fuerzas
sensitivas estaban sosegadas y dormidas, hasta que en el alma se levantan y se
abren y salen a ejercicio
estas flores de las virtudes.
5c. También parece que despiertan y se
levantan en la sensualidad sus flores de apetitos y fuerzas sensuales a querer
ellas contradecir al espíritu y reinar.
5d. Hasta esto llega la codicia que dice san
Pablo que tiene:
5e. Gálatas 5, 17: la carne contra el
espíritu.
5f. Que, por ser inclinación grande a lo
sensitivo, gustando el espíritu, se desabre y disgusta toda carne.
5g. En esto dan estos apetitos gran molestia
al dulce espíritu.
5h. Por lo cual dice: Cazadnos las raposas.
6a. Los maliciosos demonios de su parte hacen
aquí molestia al lama de dos maneras.
6b. Ellos incitan y levantan estos apetitos
con vehemencia.
6c. Y con ellos y otras imaginaciones, etc.,
hacen guerra a este reino pacífico y florido del alma.
6d. Lo segundo, que peor es, que cuando de
esta manera no pueden, embisten en ella con tormentos y ruidos corporales para
hacerla divertir.
6e. Y, lo que es más malo, que la combaten
con temores y horrores espirituales, a veces de terrible tormento.
6f. Lo cual a este tiempo, si se les da
licencia, pueden ellos muy bien hacer.
6g. Como el alma se pone en muy desnudo
espíritu para este ejercicio espiritual, puede con facilidad el hacerse
presente a ella, pues también él es espíritu.
6h. Otras veces la hace otros embestimientos
de horrores antes que comience ella a gustar estas dulces flores.
6i. Al tiempo que Dios la comienza algo a
sacar de la casa de sus sentidos para que entre en el dicho ejercicio interior
al huerto del Esposo.
6j. Sabe que si una vez se entra en aquel
recogimiento, está tan amparada, que por más que haga, no puede hacerle daño.
6k. Muchas veces cuando aquí el demonio sale
a tomarle el paso, suele el alma con gran presteza
recogerse en el hondo escondrijo de su interior, donde halla gran deleite y
amparo.
6l. Entonces padece aquellos terrores tan de
fuera y tan a lo lejos, que no solo no le hacen temor, mas le causan alegría y
gozo.
7a. De estos terrores hizo la esposa mención
en los Cantares diciendo:
7b. Cantar de los Cantares 6, 11: Mi alma se
conturbó
por causa de los carros de Aminadab.
7c. Entendiendo allí por Aminadab el demonio,
llamando carros a sus embestimientos y acometimientos, por la grande vehemencia
y tropel y ruido que con ellos trae.
7d. Después dice aquí el alma: Cazadnos las
raposas.
7e. Lo cual también la esposa en los Cantares,
al mismo propósito pidió, diciendo:
7f. Cantar de los cantares 2, 15: Cazadnos
las raposas pequeñas que desmenuzan las viñas, porque nuestra viña ha
florecido.
7g. No dice cazadme, sino cazadnos, porque
habla de sí y del amado.
7h. Porque están en uno gozando la flor de la
vida.
7i. La causa por qué aquí dice que la viña
está con flor y no dice con fruto, es porque dice que en esta vida, aunque se
gozan en el alma con tanta perfección como está de lo que hablamos, es como
gozarla en flor.
7j. Solo en la otra se gozarán en el fruto. Y
dice luego:
7k. En tanto que de rosas
hacemos una piña.