sábado, 29 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 39, 3-4. Transformados en las tres personas de la Trinidad.

 


3a. El aspirar del aire.

3b. Este aspirar del aire es una habilitad que el alma dice que le dará Dios allí en la comunicación del Espíritu Santo.

3c. El cual, a manera de aspirar, con aquella su aspiración divina muy subidamente levanta el alma y la informa y habita para que ella aspire en Dios la misma aspiración de amor que el Padre aspira en el Hijo y el Hijo en el Padre.

3d. Que es el Espíritu santo que a ella la aspira en el Padre y el Hijo en la dicha transformación, para unirla consigo.

3e. No sería verdadera y total transformación si no se transformase el alma en las tes personas de la santísima Trinidad en revelado y manifiesto grado.

3f. Esta tal aspiración del Espíritu santo en el alma, conque Dios la transforma en sí, le es a ella de tan subido y delicado profundo deleite, que no hay decirlo por lengua mortal, ni el entendimiento humano en cuanto tal puede alcanzar algo de ello.

3g. Aun lo que en esta transformación temporal pasa cerca de esta comunicación en el alma no se puede hablar.

3h. Porque el alma unida y transformada en Dios, aspira en Dios a Dios la misma aspiración divina que Dios, estando ella en él transformada, aspira en sí mismo a ella.

4a. En la transformación que el alma tiene en esta vida pasa esta misma aspiración de Dios al alma y del alma a Dios con mucha frecuencia, con subidísimo deleite de amor en el alma.

4b. Aunque no en revelado y manifiesto grado, como en la otra vida.

4c. Esto es lo que entiendo quiso decir san Pablo, cuando dijo:

4d. Gálatas 4, 6: Por cuanto sois hijos de Dios, envió Dios en vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, clamando al Padre.

4e. Lo cual en los beatíficos de la otra vida, y en los perfectos de esta es en las dichas maneras.

4f. No hay que tener por imposible que el alma pueda una cosa tan alta que el alma aspire en Dios como Dios aspira en ella por modo participado.

4g. Dado que Dios le haga merced de unirla en la santísima Trinidad, en que el alma se hace deiforme y Dios por participación.

4h. ¿Qué increíble cosa es que obre ella también su obra de entendimiento, noticia y amor, o, por mejor decir, la tenga obrada en la Trinidad juntamente con ella como la misma Trinidad, pero por modo comunicado y participado, obrándolo Dios en la misma alma?

4i. Esto es estar transformada en las tres potencias en potencia y sabiduría y amor.

4j. En esto es semejante el alma a Dios, y para que pudiese venir a esto la crió a su imagen y semejanza.

4k. Gn 1, 26: “Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los ganados y los reptiles de la tierra”.

miércoles, 26 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 39, 1-2. Palabras que nos acercan a entender la vida eterna.

 

Anotación para la siguiente canción.

1a. Por cuanto el alma en este estado de matrimonio espiritual no deja de saber algo de aquello.

1b. Pues por estar transformada en Dios pasa por ella algo de ello.

1c. No quiere dejar de decir algo de aquello cuyas prendas y rastros siente ya en sí.

1d. Porque como dice el profeta Job:

1e. Job 4, 2: ¿Quién podrá contener la palabra que en sí tiene concebida, sin decirla.

1f. En la siguiente canción se emplea en decir algo de aquella fruición[1] que entonces gozará en la beatífica vista.

1g. Declarando ella, en cuanto le es posible, qué sea y cómo sea aquello que allí será.


Canción 39.

El aspirar del aire

el canto de la dulce filomena,

el soto y su donaire

en la noche serena,

con llama que consume y no da pena.

Declaración.

2a. En esta canción dice el alma y declara aquello que dice le ha de dar el esposo en aquella beatífica transformación, declarándolo en cinco términos:

2b. El primero dice que es la aspiración del Espíritu Santo de Dios a ella y de ella a Dios.

2c. El segundo, la jubilación[2] a Dios en la fruición de Dios.

2d. El tercero, el conocimiento de las criaturas y de la ordenación de ellas.

2e. El cuarto, pura y clara contemplación de la esencia divina.

2f. El quinto, transformación total en el inmenso amor de Dios.



[1] Fruición: 1. Goce muy vivo en el bien que alguien posee.

[2] Jubilación: 3. Viva alegría, júbilo.

martes, 25 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 38, 7-9. El gozo de la eternidad es inefable, imposible de explicar con palabras. Solo queda creer, esperar y amar.

 


7a. Porque no se deje de decir algo de aquello, digamos lo que dijo de ello Cristo a san Juan en el Apocalipsis por muchos términos y vocablos y comparaciones en site veces.

7b. Por no poder ser comprehendido aquello en un vocablo, ni en una vez, porque aun en todas aquellas se quedó por decir.

7c. Apocalipsis 2, 7: El que venciere, darle he a comer del árbol de la vida que está en el paraíso de mi Dios.

7d. Porque este término no declara bien aquello, dice luego otro y es:

7e. Apocalipsis 2, 10: Sé fiel hasta la muerte, y darte he la corona de la vida.

7f. Aunque tampoco este término lo dice, dice luego otro más oscuro y que más lo da a entender diciendo:

7g. Apocalipsis 2, 17: Al que venciere le daré le maná escondido y darle he un cálculo[1] blanco, y en el cálculo un nombre escrito, que ninguno le sabe sino el que le recibe.

7h. Y porque tampoco este término basta para decir aquello, luego dice otro el Hijo de Dios de grande alegría y poder:

7i. Apocalipsis 2, 26-28: El que venciere y guardare mis obras hasta el fin, darle he potestad sobre las gentes, y regirlas ha en vara de hierro, y como un vaso de barro se desmenuzarán, así como yo también, recibí de mi Padre, y darle he la estrella matutinal.

7j. Y, no se contentando con estos términos para declarar aquello, dice luego:

7k. Apocalipsis 3, 5: El que venciere de esta manera, será vestido con vestiduras blancas, y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre.

8a. Mas, porque todo lo dicho queda corto, luego dice muchos términos para declarar aquello, los cuales encierran en sí inefable majestad y grandeza:

8b. Apocalipsis 3, 12: El que venciere hacerle he columna en el templo de mi Dios, y no saldrá fuera jamás, y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el  nombre de la ciudad nueva de Jerusalén de mi Dios, que desciende del cielo de mi Dios, y también mi nombre nuevo.

8c. Y dice luego lo séptimo, para declarar aquello, y es:

8d. Apocalipsis 3, 21-22: El que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono. El que tiene oídos para oír, oiga, etc.

8e. Hasta aquí son palabras del Hijo de Dios, para dar a entender aquello.

8f. Las cuales cuadran a aquello muy perfectamente, pero aún no lo declaran.

8g. Las cosas inmensas esto tienen, que todos los términos excelentes y de calidad y grandeza y bien cuadran, mas ninguno de ellos le declaran[2], ni todos juntos.

9a. Pues veamos ahora si dice David algo de aquel aquello. En un salmo dice:

9b. Salmo 30, 20: ¡Cuán grande es la multitud de tu dulzura, que escondiste a los que te temen!

9c. Por eso en otra parte llama a aquello torrente de deleite, diciendo:

9d. Salmo 35, 9: Del torrente de tu deleite los darás a beber.

9e. Porque tampoco halla David igualdad en este nombre, llámalo en otra parte:

9f. Salmo 20, 4: prevención de las bendiciones de la dulzura de Dios.

9g. Salmo 20, 4: “Que se acuerde de todas tus ofrendas, que le agraden tus sacrificios”.

9h. De manera que nombre que justo cuadre a aquello que aquí dice el alma, que es la felicidad para que Dios la predestinó, no se halla.

9i. Pues quedémonos con el nombre que aquí le pone el alma de aquello, y declaremos el verso de esta manera:

9j. Aquello que me diste.

9k. Esto es, aquel peso de gloria en que me predestinaste, ¡oh Esposo mío!, en el día de tu eternidad.

9l. Cuando tuviste por bien de determinar de criarme.

9m. Me darás luego allí en el mi día de mi desposorio y bodas y en el día mío de la alegría de mi corazón.

9n. Cuando, desatándome de la carne y entrándome en las subidas cavernas de tu tálamo, transformándome en ti gloriosamente.

9ñ. Bebamos el mosto de las suaves granadas.



[1] Cálculo: piedrecita. Sagrada Biblia. Versión de la Conferencia Episcopal Española.

[2] Declarar: 1. Manifestar, hacer público.

lunes, 24 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 38. Creados para contemplar la gloria de Dios más allá de la Creación.

 


5a.Y luego me darías

allí, tú, vida mía,

aquello que me diste el otro día.

5b. Lo que aquí dice el alma que le daría luego es la gloria esencial que consiste en ver el ser de Dios.

5c. Antes que pasemos adelante conviene desatar aquí una duda:

5d. ¿Por qué, pues la gloria esencial consiste en ver a Dios y no en amar, dice aquí el alma que su pretensión era este amor y no lo dice de la gloria esencial, y lo pone al principio de la canción, y después como cosa de que menos caso hace, pone la petición de lo que es gloria esencial?

5e. La primera, porque así como el fin de todo amor, que se sujeta en la voluntad, cuya propiedad es dar y no recibir, y la propiedad de entendimiento, aquí es sujeto de la gloria esencial, es recibir y no dar.

5f. Estando el alma aquí embriagada del amor, no se le pone por delante la gloria que Dios le ha de dar, sino darse ella a él en entrega de verdadero amor sin algún respeto de su provecho.

5g. La segunda es porque en la primera pretensión se incluye la segunda, y ya queda propuesta en las precedentes canciones.

5h. Porque es imposible venir a perfecto amor de Dios sin perfecta visión de Dios.

5i. La fuerza de esta duda se desata en la primera razón-

5j. Con el amor paga el alma a Dios lo que le debe, y con el entendimiento antes recibe de Dios.

6a. Veamos que día es aquel aquello, que en él le dio Dios, y se le pide para después en la gloria.

6b. Aquel otro día entiende el día de la eternidad de Dios, que es otro que este día temporal.

6c. En el cual día de la eternidad predestinó Dios al alma para la gloria.

6d. En eso determinó la gloria que le había de dar, y se la tuvo dada libremente sin principio antes que la criara.

6e. De tal manera es ya aquello de la tal alma propio, que ningún caso ni contraste alto ni bajo bastará a quitárselo para siempre.

6f. Sino que aquello para que Dios la predestinó sin principio vendrá ella a poseer sin fin.

6g. Esto es aquello que dice le dio el otro día.

6h. Lo cual desea ella poseer ya manifiestamente en gloria.

6i. ¿Qué será aquello que allí le dio?

6j. 1 Corintios 2, 9: Ni ojo lo vio, ni oído lo oyó, ni en corazón de hombre cayó.

6k. Isaías 64, 2: Ojo no vio, Señor, fuera de ti lo que aparejaste, etc.

6l. Isaías 64, 3: “Jamás se oyó ni se escuchó, ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por quien espera de él”.

6m. Por no tener ello nombre, lo dice aquí el alma aquello.

6n. Ello es ver a Dios, pero qué le sea al alma vera Dios, no tiene nombre más que aquello.

sábado, 22 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 38, 4. La oración conduce el alma a la perfección en el amor.

 


4a. Es de notar que no dice aquí el alma que le dará allí su amor, aunque de verdad se lo da.

4b. Porque en esto no daba a entender sino que Dios la amaría a ella.

4c. Sino que allí la mostrará como le ha de amar ella con la perfección que pretende.

4d. Él allí le da su amor en el mismo la muestra a amarle como de él es amada.

4e. Demás de enseñar Dios allí a amar al alma pura y libremente sin intereses, como él nos ama, la hace amar con la fuerza que él la ama transformándola en su amor.

4f. En lo cual le da su misma fuerza con que pueda amarle, que es como ponerle el instrumento en las manos y decirle como lo ha de hacer, haciéndolo juntamente con ella.

4g. Lo cual es mostrarle a amar y darle la habilidad para ello.

4h. Hasta llegar a esto no está el alma contenta, ni en la otra vida lo estaría.

4i. Si como dice santo Tomás in opusculo De Beatitudine, no sintiese que ama a Dios tanto cuanto de él es amada.

4j. En este estado de matrimonio espiritual del que vamos hablando en esta sazón, aunque no haya aquella perfección de amor glorioso, hay, empero, un vivo viso[1] e imagen de aquella perfección que totalmente es inefable.



[1] Viso: 5. Apariencia de las cosas.

viernes, 21 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 38, 3. El Espíritu Santo transforma el alma haciendo posible la igualdad en el amor con Dios.

 


3a.Allí me mostrarás

aquello que mi alma pretendía.

3b. Esta pretensión del alma es la igualdad de amor con Dios, que siempre ella natural y sobrenaturalmente apetece.

3c. El amante no puede estar satisfecho si no siente que ama cuanto es amado.

3d. Como el alma ve que, con la transformación que tiene Dios en esta vida, aunque es inmenso el amor, no puede llegar a igualar con la perfección de amor con que de Dios es amada, desea la clara transformación de gloria en que llegará a igualar con el dicho amor.

3e. Aunque en este alto estado que aquí tiene hay unión verdadera de voluntad, no puede llegar a los quilates y fuerza de amor en que aquella fuerte unión de gloria tendrá.

3f. Así como según dice san Pablo:

3g. 1 Corintios 13, 12: conocerá el alma entonces como es conocida de Dios.

3h. 1 Corintios 13, 12: “Ahora vemos como en un espejo, confusamente, entonces veremos cara a cara. Mi conocer es ahora limitado; entonces conoceré como he sido conocido por Dios “.

3i. Así entonces le amará también como es amada de Dios.

3j. Así como entonces su entendimiento será entendimiento de Dios, su voluntad será voluntad de Dios, y así su amor será amor de Dios.

3k. Aunque allí no está perdida la voluntad del alma, está tan fuertemente unida con la fortaleza de la voluntad de Dios con que él es amada.

3l. Estando las dos voluntades unidas en una sola voluntad y un solo amor de Dios.

3m. Ama el ama a Dios con voluntad y fuerza del mismo Dios.

3n. Unida con la misma fuerza de amor con que es amada de Dios.

3ñ. La cual fuerza es en el Espíritu Santo, en el cual está el alma allí transformada.

3o. Siendo él dado al alma para la fuerza de este amor, supone y suple en ella, por razón de la tal transformación de gloria, lo que falta en ella.

3p. Lo cual, aun en la transformación perfecta de este estado matrimonial a lo que en esta vida el alma llega, en que está toda revertida en gracia, en alguna manera ama tanto por el Espíritu Santo, que le es dado en esta transformación.

3q. Romanos 5, 5: “Y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado”.

miércoles, 19 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 38, 1-2. La consumación de amor de Dios.

 

Anotación para la canción siguiente.

1a. En estas dos canciones pasadas ha ido cantando la esposa los bienes que le ha de dar el Esposo en aquella felicidad interna.

1b. Conviene a saber: que la ha de transformar el esposo en la hermosura de su sabiduría creada e increada.

1c. Que allí la transformará también en la hermosura de la unión del Verbo con la humildad, en que le conocerá ya así por la haz[1] como por las espaldas.

1d. En la canción siguiente dice dos cosas.

1e. La primera, dice la manera en que ella ha de gustar aquel divino mosto de los zafiros o granadas que ha dicho.

1d. La segunda, trae por delante al Esposo la gloria que le ha de dar de su predestinación.


1e. Conviene aquí notar que, aunque estos bienes del alma los va diciendo por partes sucesivamente, todos ellos se contienen en una gloria esencial del alma.

1f. Dice, pues, así:

Canción 38.

Allí me mostrarás

aquello que mi alma pretendía,

y luego me darías

allí, tú, vida mía,

aquello que me diste el otro día.

 

Declaración:

2a. El fin por que el alma deseaba entrar en aquellas cavernas era por llegar a la consumación de amor de Dios, que ella siempre había pretendido.

2b. Que es venir a amar a Dios con la pureza y perfección que ella es amada de él, para pagarle en esto la vez.

2c. Le dice en esta canción al esposo que allí le mostrará él esto que tanto siempre ha pretendido en todos sus actos y ejercicios, que es mostrarla a amar al Esposo con la perfección que él se ama.

2d. Dice que allí le dará es la gloria para que él la predestinó desde el día de su eternidad.



[1] Haz: cara o rostro.

martes, 18 de enero de 2022

Canción 38, 7-8. Fides qua y Fides quae. La espiritualidad conduce a la teología y la teología brota de la experiencia persona con Cristo.

 


7a. Y el mosto de granadas gustaremos.

7b. Las granadas significan aquí los misterios de Cristo y los juicios de la sabiduría de Dios y las virtudes y atributos de Dios.

7c. Que del conocimiento de estos misterios y juicios se conocen en Dios, que son innumerables.

7d. Así como las granadas tienen muchos granicos, nacidos y sustentados en aquel seno circular.

7e. Así cada uno de los atributos y misterios y juicios y virtudes de Dios contiene en sí gran multitud de ordenaciones maravillosas y admirables efectos de Dios.

7f. Contenidos y sustentados en el seno esférico de virtud y misterio, etc., que pertenecen a aquellos tales efectos.

7g. Notamos aquí la figura circular o esférica de la granada, porque cada granada entendemos aquí por cualquiera virtud y atributo de Dios.

7h. El cual atributo o virtud de Dios es el mismo Dios.

7i. El cual es significado por la figura circular o esférica, porque no tiene principio ni fin.

7j. Por haber en la sabiduría de Dios tan innumerables juicios y misterios, dijo la esposa al Esposo en los Cantares:

7k. Cantar de los cantares 5, 14: Tu vientre es de marfil, distinto en zafiros.

7l. Los cuales zafiros son significados los dichos misterios y juicios de la divina sabiduría, que allí es significada por el vientre.

7m. Zafiro es una piedra preciosa de color de cielo cuando está claro y sereno.

8a. El mosto es la fruición[1] y el deleite de amor de Dios, que en la noticia y conocimiento de ellas redunda en el alma.

8b. Así como de muchos granos de las granadas un solo mosto sale cuando se comen, así todas estas maravillas y grandezas de Dios en el alma infundidas redunda en ella una fruición y deleite de amor, que es bebida del Espíritu Santo.

8c. La cual ella luego ofrece a su Dios, el Verbo Esposo suyo, con grande ternura de amor.

8d. Esta bebida divina le tenía ella prometida en los cantares si la metía en estas altas noticias, diciendo:

8e. Cantar de los cantares 8, 2: Allí me enseñarás, y darte he yo a ti la bebida del vino adobado y el mosto de mis granadas.

8f. Cantar de los cantares 8, 2: “Te llevaría, te metería en la casa de mi madre, allí me enseñarías. Te daría a beber vino aromado, el licor de mis granadas”.

8g. Llamándolas suyas, esto es, las divinas noticias, aunque son de Dios, por habérselas él a ella dado.

8h. El gozo y fruición de las tales en el vino de amor da a ella por bebida a su Dios.

8i. Y eso quiere decir: El mosto de granadas gustaremos.

8j. Gustándolo él, lo da a gustar ella y, gustándolo ella, lo vuelve a gustar a él.

8k. Así, es gusto común de entrambos.



[1] Fruición: Goce muy vivo en el bien que alguien posee.

lunes, 17 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 37, 6. Vía unitiva: dejarse amar por Dios.

 


6a. Y allí nos entraremos.

6b. Allí, conviene saber: en aquellas noticias y misterios divinos nos entraremos.

6c. No dice entraré yo sola, que parecía más conveniente.

6c. Pues el Esposo no ha menester entrar de nuevo, sino entraremos, es a saber, yo y el Amado.

6d. Para dar a entender que esta obra no la hace ella, sino el Esposo con ella.

6e.Por cuanto ya están Dios y el alma unidos en uno en este estado de matrimonio espiritual no hace el alma obra ninguna a solas sin Dios.

6f. Decir allí nos entraremos es decir allí nos transformaremos.

6g. Yo en ti por el amor de estos dichos juicios divinos y sabrosos.

6h. En el conocimiento de la predestinación de los justos y presciencia[1] de los malos, en que previno el Padre a los justos en las bendiciones de su dulzura (Salmo 20, 4) en su Hijo Jesucristo, subidísimamente se transforma el alma en amor de Dios, según esta noticia.

6i. Salmo 20, 4: “Que se acuerde tu todas tus ofrendas, que le ayuden tus sacrificios”.

6j. Agradeciendo y amando al Padre de nuevo con grande sabor y deleite por su Hijo Jesucristo.

6k. Esto hace ella unida con Cristo, juntamente con Cristo.

6l. El sabor de esta alabanza es tan delicado, que totalmente es inefable.

6m. Pero dícelo el alma en el verso siguiente, diciendo:

6n. Y el mosto de granadas gustaremos.



[1] Presciencia: conocimiento de las cosas futuras.

martes, 11 de enero de 2022

Canción 37, 4-5. Teología desde la vida. No hay teología sin cruz, sin arrodillarse ante Cristo para orar y ante el hermano para servirle.

 


3a. Y luego a las subidas

cavernas de la piedra nos iremos.

3b. La piedra es Cristo (1 Cor 10, 4).

3c. 1 Corintios 10, 4: “Y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo”.

3d. Las subidas cavernas de esta piedra son los subidos y altos y profundos misterios de la sabiduría de Dios que hay en Cristo sobre la unión hipostática de la naturaleza humana con el verbo divino.

3e. En la respondencia que hay a esta de la unión de los hombres a Dios.

3f. En las conveniencias de justicia y misericordia de Dios sobre la salud del género humano en manifestación de sus juicios.

3g. Los cuales, por ser tan altos y profundos, bien propiamente los llama subidas cavernas.

3h.Por la alteza de los misterios subidos.

3i. Y cavernas por la hondura y profundidad de la sabiduría de Dios en ellos.

3j. Así como las cavernas son profundas y de muchos senos, así cada misterio de los que hay en Cristo es profundísimo en sabiduría.

3k. Y tiene muchos senos de juicios suyos ocultos de predestinación[1] y presciencia[2] en los hijos de los hombres.

4a. Que están bien escondidas.

4b. Por más misterios y maravillas que han descubierto los santos doctores y entendido las santas almas en este estado de vida, les quedó todo lo más por decir, y aun por entender.

4c. Y así hay mucho que ahondar en Cristo.

4d. Es como una abundante mina con muchos senos de tesoros.

4e. Que, por más que ahonden, nunca les hallan fin ni término, antes van en cada seno hallando nuevas venas de nuevas riquezas acá y allá.

4f. Que, por eso, dijo san Pablo del mismo Cristo, diciendo:

4g. Colosenses 2, 3: En Cristo moran todos los tesoros y sabiduría escondidos.

4h. En los cuales el alma no pude entrar ni puede llegar a ellos, si, como habemos dicho, no pasa primero por la estrechura del padecer interior y exterior a la divina sabiduría.

4i. Aun a lo que esta vida se puede alcanzar de estos misterios de Cristo, no se puede llegar sin haber padecido mucho y recibido muchas mercedes intelectuales y sensitivas de Dios.

4j. Habiendo precedido mucho ejercicio espiritual.

4k. Todas estas mercedes son más bajas que la sabiduría de los misterios de Cristo.

4l. Todas son como disposiciones para venir a ella.

4m. Pidiendo Moisés a Dios que le mostrase su gloria, le respondió que no podría verla en esta vida, mas que él le mostraría todo el bien, es a saber, que en esta vida se pueda.

4n. Éxodo 33, 20: “Y añadió: “Pero mi rostro no lo puedes ver, porque no puede verlo nadie y quedar con vida”.

4ñ. Fue que, metiéndole en la caverna de la piedra, que, como habemos dicho, es Cristo, le mostró sus espaldas.

4l. Fue darle conocimiento de los misterios de la humanidad de Cristo.

5a. En estas cavernas de Cristo, desea entrarse bien de hecho el alma.

5b. Para absorberse y transformarse y embriagarse bien en el amor de la sabiduría de ellos, escondiéndose en el pecho de su amado.

5c. A estos agujeros la convida él en los cantares, diciendo:

5d. Cantar de los cantares 2, 13-14: Levántate y date priesa, amiga mía, hermosa mía, y ven en los agujeros de la piedra y en la caverna de la cerca.

5e. Los cuales agujeros son las cavernas que aquí vamos diciendo. A los cuales dice luego el alma:

5f. Y allí nos entraremos.



[1] Predestinación: Ordenación de la voluntad divina con que desde la eternidad tiene elegidos a quienes por medio de la gracia han de lograr la gloria.

[2] Presciencia: Conocimiento de las cosas futuras.

lunes, 10 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 37, 1-2. Matrimonio espiritual: ver a Cristo y conocer todos los misterios de Dios en el tálamo nupcial posterior a la muerte.

 


Anotación para la siguiente canción.

1a. Una de las cosas más principales por qué desea el alma ser desatada y verse con Cristo es verle allá cara a cara.

1b. Filipenses 1, 23: “Me encuentro en esta alternativa: por un lado deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor”.

1c. Y entender allí de raíz las profundas vías y misterios eternos de su encarnación, que no es menor parte de su bienaventuranza.

1d. Como dice el mismo Cristo por san Juan, hablando con el Padre:

1e. Juan 17, 3: Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, un solo Dios verdadero, y a tu Hijo Jesucristo, que enviaste.

1f. Así como cuando una persona ha llegado de lejos lo primero que hace es tratar y ver a quien bien quiere.

1g. Así el alma lo primero que desea hacer, en llagando a la vista de Dios, es conocer y gozar los profundos secretos y misterios de la encarnación y las vías antiguas de Dios que de ella dependen.

1h.Acabando de decir el alma que desea verse en la hermosura de Dios, dice luego esta canción:

2a. Canción 37.

Y luego a las subidas

cavernas de la piedra iremos,

que están bien escondidas;

y allí nos entraremos

y el mosto de granadas gustaremos.

Declaración.

2a. Una de las causas que más mueven al alma a desear entrar en esta espesura de sabiduría de Dios y conocer muy adentro de la hermosura de su sabiduría divina es por venir a unir su entendimiento en Dios.

2b. Según la noticia de los misterios de la Encarnación, como más alta y sabrosa sabiduría de todas sus obras.

2c. Dice la esposa en esta canción que, después de haber entrado más adentro en la sabiduría divina esto es, más adelante del matrimonio espiritual que ahora posee, que será en la gloria.

2d. Viendo a Dios cara a cara unida el alma con esta Sabiduría divina, que es el Hijo de Dios, conocerá el alma los subidos misterios de Dios y hombre.

2e. Que están muy subidos en sabiduría, escondidos en Dios, y que en la noticia de ellos se entrarán.

2f. Engolfándose e infundiéndose el alma en ellos.

2g. Gustarán ella y el Esposo el sabor y deleite que causa el conocimiento de ellos y de las virtudes y atributos de Dios.

2h. Que por los dichos misterios se conocen en Dios, como son justicia, misericordia, sabiduría, potencia[1], caridad, etc.



[1] Potencia: 7. Cada una de las tres facultades del alma, es decir, entendimiento, voluntad y memoria. www.rae.es

viernes, 7 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 36, 12-13. Buscar a Cristo sin cruz es buscarse a sí mismo, porque no es posible amar sin renuncia de uno mismo.



12a. Por esta espesura en que aquí el alma desea entrar, se entiende harto propiamente la espesura y multitud de los trabajos y tribulaciones en que desea esta alma entrar.

12b. Por cuanto le es sabrosísimo y provechosísimo el padecer.

12c. El padecer le es medio para entrar más adentro en la espesura de la deleitable sabiduría de Dios.

12d. El más puro padecer trae más íntimo y puro entender.

12e. Por consiguiente más puro y subido gozar, porque es de más adentro saber.

12f. Por tanto, no se contentando con cualquiera manera de padecer, dice: Entremos más adentro en la espesura.

12g. Es a saber, hasta los aprietos de la muerte, por ver a Dios.

12h. Deseando el profeta Job este padecer para ver a Dios, dijo:

12f. Job 6, 8-10: ¿Quién me dará que mi petición se cumpla, y que Dios me dé de lo que espero, y que el que me comenzó ese me desmenuce, y desate su mano, y me acabe, y tenga yo esta consolación, que afligiéndome con dolor me perdone.

13a. ¡Oh si se acabase ya de entender como no se puede llegar a la espesura y sabiduría de las riquezas de Dios, si no es entrando en la espesura del padecer de muchas maneras, poniendo en eso el alma su consolación y deseo!

13b. ¡El alma que de veras desea sabiduría divina, desea primero el padecer, para entrar en ella, en la espesura de la cruz!

13c. Por eso san Pablo amonestaba a los de Éfeso que:

13d. Efesios 3, 17-19: No desfalleciesen en las tribulaciones, estuviesen bien fuertes y arraigados en la caridad para que pudiesen comprender con todos los santos qué cosa sea la anchura y la longura y la altura y la profundidad, y para saber también la supereminente caridad de la ciencia de Cristo, para ser llenos de todo henchimiento[1] de Dios.

13e. Efesios 3, 17-19: “Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones; que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; de modo que así, con todos los santos, logréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo el amor de Cristo que trasciende todo conocimiento. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios”.

13f. Para entrar en estas riquezas de su sabiduría, la puerta es la cruz, que es angosta.

13g. Desear entrar por ella es de pocos, mas desear los deleites a que se vienen por ella, es de muchos.



[1] Henchir: 2. Colmar (// dar con abundancia).

martes, 4 de enero de 2022

Cántico espiritual. Canción 36, 9-11. La fides qua conduce a la fides quae y la fides quae aviva la fides qua. Creo en Jesucristo, creo en las verdades de fe que la Iglesia cree.

 


9a. Do mana el agua pura.

9b. Donde la noticia y sabiduría de Dios que aquí llama agua pura, al entendimiento, limpia y desnuda de accidentes y fantasías y clara, sin tinieblas de ignorancia.

9c. Este apetito tiene siempre el alma de entender clara y puramente las verdades divinas.

9d. Cuanto más ama, más adentro de ellas apetece entrar.

9e. Y por eso pide lo tercero:

10a. Entremos más adentro en la espesura.

10b. En la espesura de tus maravillosas obras y profundos juicios, cuya multitud es tanta y de tantas diferencias, que se puede llamar espesura.

10c. En ellos hay sabiduría abundante y tan llena de misterios, que no solo la podemos llamar espesa, mas aun cuajada, según lo dice David:

10d. Salmo 67, 16: Mons Dei, mons pinguis, mons coagulatus.

10e. Que quiere decir: El monte de Dios es monte grueso y monte cuajado.

10f. Esta espesura de sabiduría y ciencia de Dios es tan profunda e inmensa, que, aunque más el alma sepa de ella, siempre puede entrar más adentro.

10g. Por cuanto es inmensa y sus riquezas incomprehensibles, según exclama san Pablo diciendo:

10h. Romanos 11, 33: ¡Oh alteza de riquezas de sabiduría y ciencia de Dios, cuán incomprehensibles son sus juicios e incomprehensibles sus vías!

11a. El alma en este espesura e incomprehensibilidad de juicios y vías desea entrar, porque muere en deseo de entrar en el conocimiento de ellos muy adentro.

11b. El conocer en ellos es deleite inestimable que excede todo sentido.

11c. Hablando David del sabor de ellos dijo así:

11d. Salmo 18, 10-12: Los juicios de Dios son verdaderos y en sí mismos tienen justicia; son más deseables y codiciados que el oro y que la preciosa piedra de grande estima; y son dulces sobre la miel, y el panal, tanto, que tu siervo los amó y guardó.

11e. En gran manera desea el alma engolfarse en estos juicios y conocer más adentro de ellos.

11f. A trueque de esto le sería grande consuelo y alegría entrar por todos los aprietos y trabajos del mundo, y por todo aquello que te pudiese ser medio para esto, por dificultoso y penoso que fuese.

11g. Y por las angustias y trances de la muerte, por verse más adentro en su Dios.

Llama de amor viva. Canción 1, 23. Encuentro entre dos desiguales: Dios inmenso y el alma estrecha, amargura hasta hallar el deleite divino.

  23a. Esta llama de suyo en extremo es amorosa, y tierna y amorosamente embiste en la voluntad. 23b. Y la voluntad de suyo es seca y dura...