miércoles, 29 de julio de 2020

2 Subida del Monte Carmelo, 6. A Dios por la oscuridad y el vacío.

Capítulo 6. En que se trata como las tres virtudes teologales son las que han de poner en perfección las tres potencias del alma, y cómo en ellas hacen vacío las dichas virtudes.

1a. Las tres potencias del alma, entendimiento, memoria y voluntad, que es el medio de la divina unión.

1b. Las tres virtudes teologales, fe, esperanza y caridad.

1c. Tienen respecto a las tres potencias como propios objetos sobrenaturales, mediante las cuales el alma se une con Dios según sus potencias.

1d. Hacen el mismo vacío y oscuridad cada una en su potencia.

1e. La fe en el entendimiento, la esperanza en la memoria y la caridad en la voluntad.

1f. Se ha de perfeccionar el entendimiento en la tiniebla de la fe, la memoria en el vacío de la esperanza y la voluntad en la carencia y desnudez de todo afecto para ir a Dios.

1g. El alma no se une con Dios en esta vida para el entender, ni por el gozar, ni por el imaginar, ni por otro cualquier sentido, sino solo por la fe según el entendimiento, y por la esperanza según la memoria y por el amor según la voluntad.

2a. Las tres virtudes hacen vacío en las potencias: la fe en el entendimiento, vacío y oscuridad de entender; la esperanza vacío de toda posesión y la caridad vacío en la voluntad y desnudez de todo afecto y gozo de todo lo que no es Dios.

2b. La fe nos dice lo que no puede entender con el entendimiento.

2c. Hebreos 11, 1: la fe es fundamento de lo que se espera, y garantía de lo que no se ve.

2d. Quiere decir que la fe es sustancia de las cosas que se esperan.

3a. La esperanza pone a la memoria en vacío y tiniebla de lo de acá y de lo de allá. Porque la esperanza siempre es de lo que no se posee.

3b. Romanos 8, 24: Pues hemos sido salvados en esperanza. Y una esperanza que se ve, no es esperanza; efectivamente, ¿cómo va a esperar uno algo que ve?

3c. La esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que uno ve, esto es, lo que posee, ¿cómo lo espera?

3d. Luego también hace vacío esta virtud, pues es lo que no se tiene, y no lo que se tiene.

4a. La caridad hace vacío en la voluntad de todas las cosas, pues nos obliga a amar a Dios sobre todas ellas, apartando el afecto de todas ellas para ponerle entero en Dios.

4b. Lucas 14, 33: Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos los bienes no puede ser discípulo mío.

4d. El que no renuncia todas las cosas que posee con la voluntad, no puede ser mi discípulo.

4e. Así todas estas tres virtudes ponen al alma en oscuridad y vacío de todas las cosas.

5a. Lucas 11, 5: Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice: “Amigo préstame tres panes”.

5b. En que dijo el amigo había de ir a la median noche a pedir los tres panes a su amigo, los cuales panes significan estas tres virtudes.

5c. Dijo que a la medianoche los pedía, para dar a entender que el alma a oscuras de todas las cosas, según sus potencias, ha de adquirir estas tres virtudes y en esa noche se ha de perfeccionar en ellas.

5d. Isaías 6, 2: Junto a él estaban los serafines, cada uno con seis alas; con dos alas se cubrían el rostro, con dos el cuerpo, con dos volaban.

5e. Leemos que los dos serafines que este profeta vio a los lados de Dios, cada uno con seis alas, que con las dos cubrían sus pies, que significa cegar y apagar los afectos de la voluntad acerca de todas las cosas para con Dios.

5f. Con las dos cubrían su rostro, que significaba la tiniebla del entendimiento delante de Dios.

5g. Con las otras dos volaban, para dar a entender el vuelo de la esperanza a las cosas que no se poseen, levantada sobre todo lo que se puede poseer de acá y de allá, fuera de Dios.

6a. Esta es la noche espiritual activa, porque el alma hace lo que es de su parte para entrar en ella.

6b. Así como en la noche sensitiva damos modo de vaciar las potencias sensitivas de sus objetos visibles según el apetito, para que el alma saliese de su término al medio, que es la fe.

6c. Así en esta noche espiritual daremos, con el favor de Dios, modo cómo las potencias espirituales se vacíen y purifiquen de todo lo que no es Dios y se queden en la oscuridad de estas tres virtudes.

7a. En la cual manera se halla toda seguridad contra las astucias del demonio y contra la eficacia del amor propio.


martes, 28 de julio de 2020

2 Subida del Monte Carmelo 5. Desnuda el alma de toda voluntad propia para que Dios la embisca.

Capítulo 5. En que se declara qué cosa sea unión del alma con Dios. Pone una comparación.

2. No puede haber unión permanente en las potencias [capacidad para llegar a ser, rae.es] en esta vida, sino transeúnte.

3a. Dios en cualquiera alma, aunque sea del mayor pecador del mundo, mora y asiste sustancialmente [sustancia: realidad que existe en sí misma y es soporte de sus cualidades o accidentes, rae.es].

3b. De esta manera de unión siempre está hecha entre Dios y las criaturas todas, en la cual les está conservando el ser que tienen; de manera que si de esta manera faltase, luego se aniquilaría y dejarían de ser.

3c. Cuando hablamos de unión del ama con Dios, no hablamos de esta sustancial, que siempre está hecha, sino de la unión y transformación del alma con Dios, que no está siempre hecha, sino solo cuando viene a haber semejanza de amor.  

3d. Por tanto esta se llamará unión de semejanza, así como aquella, unión sustancial, natural; ésta sobrenatural.

3e. La cual es cuando las dos voluntades, la del alma y la de Dios, están en uno conformes, no habiendo en la una cosa que repugne a la otra.

3f. Cuando el alma quitare de sí totalmente lo que repugna y no conforma con la voluntad divina, quedará transformada en Dios por amor.

4a. No solo lo que repugna según el acto, sino también según el hábito.

4b. Se ha de desnudar el alma de toda criatura y acciones y habilidades suyas: de su entender, gustar y sentir.

4c. No quedando en ella cosa que no sea la voluntad de Dios; y así se transforma en Dios.

4d. [Dios] siempre la comunica el ser sobrenatural. Porque este no se comunica sino por amor y gracia, el cual no todas las almas están; y las que están, no en igual grado, porque unas están en más, otras en menos grados de amor.

4e. Cuanto un alma más vestida está de criaturas y habilidades de ella tanto menos disposición tiene para la tal unión.

4f. El alma no ha menester más que desnudarse de estas contrariedades y disimilitúdines naturales, para que Dios, que le está comunicando naturalmente por la naturaleza, se le comunique sobrenaturalmente por gracia.

5a. Juan 1, 13: Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.

5b. Como si dijera: Dio poder para que puedan ser hijos de Dios, esto es, se puedan transformar solamente aquellos que no de las sangres, esto es, que no de las complexiones y composiciones naturales son nacidos, ni tampoco de la voluntad de la carne.

5c. No dio poder a ninguno de estos para poder ser hijos de Dios, sino a los que son nacidos de Dios, esto es, a los que, renaciendo por gracia, muriendo primero a todo lo que el hombre viejo se le levantan sobre sí a lo sobrenatural, recibiendo de Dios la tan renacencia y filiación, que es sobre todo lo que se puede pensar.

5d. Juan 3, 5: En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.

5e. El que no renaciere en Espíritu Santo, no podrá ver este reino de Dios que es el estado de perfección.

5f. Renacer en Espíritu Santo en esta vida es tener un alma simílima a Dios en pureza, sin tener en sí alguna mezcla de imperfección.

6a. Está el rayo del sol dando en una vidriera.

6b. Si ella estuviere limpia y pura del todo, del tal manera la transforará y esclarecerá el rayo, que parecerá el mismo rayo y dará la misma luz que el rayo.

6c. La vidriera, aunque se parezca al mismo rayo, tiene su naturaleza distinto del mismo rayo; mas podemos decir que aquella vidriera es rayo o luz por participación.

6d. El alma es como esta vidriera, en la cual siempre está embistiendo, morando esta divina luz del ser de Dios, por naturaleza.

7a. Quitar todo velo y mancha de criatura, lo cual consiste en tener la voluntad perfectamente unida con la de Dios, porque el amar es obrar en despojarse y desnudarse por Dios de todo lo que no es Dios.

8. No es el entender del alma, ni gustar, ni sentir, ni imaginar de Dios ni de otra cualquiera cosa, sino la pureza y amor, que es desnudez y resignación perfecta de lo uno y de lo otro solo por Dios.

10a. Aunque es verdad que un alma, según su poca o mucha capacidad, puede haber llegado a unión, pero no en igual grado todas, porque esto es como el Señor quiere dar a cada una.

10b. Es a modo de como le ven en el cielo, que unos ven más, otros menos; pero todos ven a Dios y todos están contentos, porque tienen satisfecha su capacidad.

10c. Pero lo que no llega a pureza competente a su capacidad, nunca llega a la verdadera paz y satisfacción, pues no ha llegado a tener desnudez y vacío de sus potencias, cual se requiere para la sencilla unión.


lunes, 27 de julio de 2020

Subida al Monte Carmelo. Libro 2. Capítulo 4. Por la oscuridad a Cristo.

Capítulo 4. Trata en general cómo también el alma ha de estar a oscuras, en cuanto es de su parte, para ser bien guiada por la fe a suma contemplación.

1a. La fe es oscura noche para el alma.

1b. El alma ha de ser oscura o estar a oscuras de su luz para que de la fe se deje guiar a este alto término de unión.

2a. De todo se ha de vaciar como sea cosa que puede caer en su capacidad, de manera que, aunque más cosas sobrenaturales vaya teniendo, siempre se ha de quedar como desnuda de ellas y a oscuras.

3a. El ciego, si no es bien ciego, no se deja bien guiar por el mozo del ciego.

3b. El alma si estriba en algún saber suyo o gustar o saber de Dios fácilmente yerra o se detiene, por no se querer quedar bien ciega en la fe, que es su verdadera guía.

4a. Hebreos 11, 6: Y sin fe es imposible complacerlo, pues el que se acerca a Dios debe creer que existe y que recompensa a quienes lo buscan.

4b. Al que se ha de ir uniendo a Dios, conviénele que crea en su ser. Como si dijera: el que se ha de venir a juntar en una unión con Dios no ha de ir entendiendo ni arrimándose al gusto, ni al sentido, ni a la imaginación.

4c. Isaías 54, 4: No temas, no tendrás que avergonzarte, / no te sientas ultrajada, / porque no deberás sonrojarte. / Olvidarás la vergüenza de soltera, / no recordarás la afrenta de tu viudez.

4d. 1 Cor 2, 9: Sino que, como está escrito: Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman.

4e. Lo que Dios tiene aparejado para los que le aman, ni ojo jamás lo vio, ni oído oyó, ni cayó en corazón ni pensamiento de hombre.

4f. Como quiera que el alma pretenda unirse por gracia perfectamente en esta vida con aquello que por gloria ha de estar unida en la otra ha de ser a oscuras de todo cuanto puede entrar por el ojo, y de todo lo que se puede recibir con el oído, y se puede imaginar con la fantasía, y comprehender con el corazón, que aquí significa el alma.

5a. En este camino el entrar en camino es dejar su camino, o, por mejor decir, es pasar al término, y dejar su modo, en entrar en lo que no tiene modo, que es Dios.

6a. Cuanto más piensa que es aquello que entiende, gusta e imagina, y cuanto más lo estima, ahora sea espiritual, ahora no, tanto más quita del supremo bien y más se retarda de ir a él.

6b. Y cuanto menos piensa qué es lo que puede tener tanto más pone en él y le estima, por consiguiente, tanto más se llega a él.

6c. A oscuras, grandemente se acerca el alma a la unión por medio de la fe.

6d. Si el alma quisiera ver, harto más presto se oscurecería acerca de Dios que el que abre los ojos a ver el gran resplandor del sol.

7a. En este camino, cegándose en sus potencias, ha de ver luz.

7b. Juan 9, 39: Yo he venido a este mundo para juicio; de manera que los que no ven vean, y los que ven se hagan ciegos.


lunes, 13 de julio de 2020

Libro 2.Capítulo 3. La fe es tiniebla que alumbra.


Capítulo 3. Como la fe es noche oscura para el alma. Pruébalo con razones y autoridades y figuras de la Sagrada Escritura.
1a. La fe dicen los teólogos que es un hábito del alma cierto y oscuro.
1b. La razón de ser hábito oscuro es porque hace creer verdades reveladas por el mismo Dios, las cuales exceden todo humano entendimiento.
1c. Para el alma esta excesiva luz que se le da de fe le es oscura tiniebla.
1d. Así como la luz del sol priva otras cualesquier luces de manera que antes la ciega y priva de la vista que se le da, por cuanto su luz es muy desproporcionada y excesiva a la potencia visiva.
3a. Es la fe para con el alma, que nos dice como que nunca vimos ni entendimos en sí ni en sus semejanzas.
3b. De ella no tenemos luz de ciencia natural, pues a ningún sentido es proporcionado lo que nos dice.
3c. Pero sabémoslo por el oído, creyendo lo que nos enseña, sujetando y cegando nuestra luz natural.
3d. Rm 10, 17: fides ex auditu [la fe viene de escuchar], la fe no es ciencia que entra por ningún sentido, sino sólo es consentimiento del alma de lo que entra por el cielo.
4a. No solamente no hace noticia [noción o conocimiento sobre una materia, rae.es], y ciencia, pero priva y ciega de otras cualesquiera noticias y ciencias, para que puedan bien juzgar de ellas.
4b. Otras ciencias con la luz del entendimiento se alcanzan; mas esta de la fe sin la luz del entendimiento se alcanza.
4c. Is 7, 9: Si no creyéredes, no entenderéis.
4d. La fe es noche oscura para el alma, y de esta manera la da luz.4e. Cuanto más la oscurece más luz la da de sí, porque cegando la (da) luz.
4e. Fue figurada la fe por aquella nube que dividía a los hijos de Israel y a los egipcios al punto de entrar en el mar Bermejo [dicho de un color: Rojo o rojizo, rae.es].
4f. Ex 14, 20: nubes et illuminans noctem, quiere decir que aquella nube era tenebrosa y alumbradora a la noche.
5a. La fe, que es nube oscura y tenebrosa para el alma con su tiniebla alumbra y da luz a la tiniebla del alma.
5b. Con su tiniebla alumbra y da luz a la tiniebla del alma.
5c. El hombre que está en tiniebla no podía convenientemente ser alumbrado sino por otra tiniebla.
5d. Sal 18, 3: El día rebosa y respira palabra al día, y la noche muestra ciencia a la noche.
5e. El día, que es Dios, en la bienaventuranza, donde ya es de día, a los ángeles y almas les comunica la Palabra, que es el Hijo, para que le sepan y le gocen.
5f. La noche, que es la fe, en la Iglesia militante, donde aún es de noche, muestra ciencia, la cual es noche, pues está privada de la clara sabiduría beatífica y de su luz natural.
6a. La fe, porque es noche oscura, da luz alma, que está a oscuras.
6b. Sal 138, 11: La noche será mi iluminación en mis deleites.
6c. En los deleites de mi pura contemplación y unión con Dios, la noche de la fe será mi guía.
6d. El alma ha de estar en tinieblas para tener luz para el camino.

Llama de amor viva. Canción 1, 23. Encuentro entre dos desiguales: Dios inmenso y el alma estrecha, amargura hasta hallar el deleite divino.

  23a. Esta llama de suyo en extremo es amorosa, y tierna y amorosamente embiste en la voluntad. 23b. Y la voluntad de suyo es seca y dura...