viernes, 29 de septiembre de 2023

Llama de amor viva. Canción 1, 21. Sequedad a fin de tomar conciencia de nuestros pecados.

 


21a. No se puede encarecer[1] lo que el alma padece en este tiempo. es a saber, muy poco menos que en el purgatorio.

21b. No habría yo ahora ar a entender esta esquivez cuánta sea y hasta dónde llega solo que en ella se pasa y se siente.

21c. Sino con lo que a este propósito dice Jeremías con estas palabras:

21d. Jeremías 3, 1-9: Yo varón, que veo mi pobreza en la vara de su indignación; hame amenazado y trájome a las tinieblas y no a la luz; tanto ha vuelto y convertido su mano contra mí. Hizo envejecer mi piel y mi carne y desmenuzó mis huesos; cercóme en derredor y rodeóme de hiel y trabajo; en tenebrosidades me colocó como muertos sempiternos; edificó en derredor de mí, porque no salga; agravóme las prisiones; y demás de esto, cuando hubiere dado voces y rogado, ha excluido mi oración; cerróme mis caminos con piedras cuadradas y trastornó mis pisadas y mis sendas.

21e. Todo esto dice Jeremías, y va allí diciendo mucho más.

21f. Que, por cuanto en esta manera está Dios medicinando y curando el alma en sus muchas enfermedades para darle salud, por fuerza ha de pensar según su dolencia en la tal purga y cura.

21g. Porque aquí le pone Tobías el corazón sobre las brasas, para que en él se estrique[2] todo género de demonio.

21h. Tobías 6, 8: “Él respondió: Si un hombre o una mujer padecen ataques del demonio o de un mal espíritu, quemas el corazón y el hígado del pez ante ellos y el humo hará desaparecer para siempre los ataques”.

 

21i. Y así, aquí van saliendo a luz todas sus enfermedades, poniéndoselas en cura, y delante de sus ojos a sentir.



[1] Encarecer: Ponderar, alabar mucho. www.rae.es

[2] Estricarse: desenvolverse. www.rae.es

jueves, 28 de septiembre de 2023

Llama de amor viva. Canción1, 20. Sequedad espiritual.

 


20a. En esta sazón padece el alma acerca del entendimiento grandes tinieblas.

20b. Acerca de la voluntad grandes sequedades y aprietos.

20c. En la memoria grave noticia de sus miserias.

20d. Por cuanto el ojo espiritual está muy claro en el conocimiento propio.

20e. En la sustancia del alma padece desamparo y suma pobreza, seca y fría, y a veces caliente.

20f. No hallando en nada alivio.

20g. Ni un pensamiento que la consuele.

20h. Ni aun poder levantar el corazón a Dios.

20i. Habiéndosele puesto esta llama tan esquiva.

20k. Como dice Job que en este servicio hizo Dios con él, diciendo: Mudado te me has en cruel.

20l. Job 30, 21: “Te has convertido en mi verdugo y me atacas con tu brazo musculoso”.

20m. Estas cosas juntas padece el alma.

20n. Verdaderamente le parece que Dios se ha hecho cruel contra ella y desabrido[1].



[1] Desabrido: De desaborido.  Áspero, desapacible en el rato. RAE.es.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Llama de amor viva. Canción 1, 18-19. La vía purgativa, paso necesario para alcanzar la unión con Dios.

 


18a. Pues ya no eres esquiva.

18b. Pues ya no afliges, ni aprietas, ni fatigas como antes hacías.

18c. Conviene saber que esta llama de Dios, cuando el alma estaba en estado de purgación espiritual, que es cuando va entrando en contemplación, no le era tan amigable y suave como ahora lo es en este estado de unión.

18d. En declarar cómo esto sea se nos habemos de detener algún tanto.

18e. Antes que este divino fuego de amor se introduzca y una en la sustancia del alma por acabada y perfecta purgación y pureza.

18f. Esta llama, que es el Espíritu santo, está hiriendo en el alma, gastándole y consumiéndole las imperfecciones de sus malos hábitos.

18g. Esta es la operación del Espíritu santo.

18h. En la cual Dios la dispone para la divina unión y transformación en el amor de Dios.

18i. El mismo fuego de amor que después se une con el alma glorificándola, es el que antes la embiste purgándola.

18k. Como el mismo fuego que entra en el madero es el que primero le está embistiendo e hiriendo con su llama.

18l. Enjugándole y desnudándole de sus peos accidentes, hasta disponerle con su calor.

18m. Tanto que pueda entrar en él y transformarle en sí.

18n. Esto llaman los espirituales vía purgativa.

18ñ. En el cual ejercicio el alma padece mucho detrimento y siente graves penas en el espíritu.

18o. De ordinario redundan en el sentido.

18p. Siendo esta llama muy esquiva.

18q. Porque en esta disposición de purgación no le es esta llama clara, sino oscura.

18r. Si alguna luz le da, es para ver solo y sentir sus miserias y defectos.

18s. Si le es suave, sino penosa.

18t. Aunque algunas veces le pega calor de amor, es como tormento y aprieto.

18u. No le es deleitable, sino seca.

18v. Aunque alguna vez por benignidad le da algún gusto para esforzarla y animarla.

18w. Antes y después que acaece, lo lasta[1] y paga todo con otro tanto trabajo.

18x. Ni le es reficionadora[2], sino consumidora y argüidora[3], haciéndola desfallecer y penar en el conocimiento propio.

18z. Así no le es gloriosa, porque antes la pone miserable y amarga en luz espiritual que le da de propio conocimiento, como dice Jeremías.

18za. Lam 1, 13: enviando Dios fuego en sus huesos y enseñándola.

18zb. Lamentaciones 1, 13: De lo alto ha enviado fuego y lo ha metido en mis huesos; ha tendido una red a mis pasos y me ha tirado de espaldas; me ha dejado desolada, desfallecida todo el día.

18zc. Como dice David.

18zd. Sal 16, 3: examinándola en fuego.

Salmo 16, 3: Aunque sondees mi corazón, visitándolo de noche; aunque me pruebes al fuego, no encontrarás malicia en mí.



[1] Lastar: padecer en pago de una culpa. RAE.

[2] Reficcionar – Refaccionar: restaurar o reparar, especialmente edificios. RAE.

[3] Argüir: echar en cara, acusar. RAE.

martes, 19 de septiembre de 2023

Llama de amor viva. Canción 1, 16-17: ser ascua encendida por el fuego del Amor que ofrece lumbre a los fríos en el amor.

 


16a. Si esto usa con algunas almas, como es verdad que lo usa, de creer es que esta de que vamos hablando no se quedará atrás en estas mercedes de Dios.

16b. Lo que de ella vamos diciendo, según la operación del Espíritu santo que en ella hace, es mucho más que lo que en la comunicación y transformación de amor pasa.

16c. Lo uno es como ascua encendida y lo otro como ascua en que tanto se afervora el fuego.

16d. No solamente encendida, sino echando llama viva.

16e. Estas dos maneras de unión solamente de amor y unión con inflamación de amor son comparadas con el fuego de Dios.

16f. Dice Isaías que está en Sión, y al horno de Dios que está en Jerusalén.

16g. Isaías 31, 9: “Oráculo del señor que tiene una hoguera en Sión, un horno en Jerusalén”.

16h. La una significa la Iglesia militante, en que está el fuego de la caridad no en extremo encendido.

16i. La otra significa visión de paz, que es la triunfante, donde este fuego está como horno encendido en perfección de amor.

16j. Aunque esta alma no ha llegado a tanta perfección como esta, todavía en comparación de la otra unión común es como horno encendido.

16k. Con visión tanto más pacífica y gloriosa y tierna cuanto la llama es más clara y resplandeciente que el fuego en el carbón.

17a. Sintiendo el alma que está viva llama del amor vivamente le está comunicando todos los bienes, porque este divino amor todo lo trae consigo, dice:

17b. ¡Oh llama de amor viva, que tiernamente hieres!

17c. Que es como si dijera: ¡Oh encendido amor, que con tus amorosos movimientos regaladamente estás glorificándome según la mayor capacidad y fuerza de mi alma!

17d. Es a saber, dándome inteligencia divina según toda la habilidad y capacidad de mi entendimiento.

17e. Comunicándome el amor según la mayor fuerza de mi voluntad.

17f. Deleitándome en la sustancia del alma con el torrente de tu deleite en tu divino contacto y junta sustancial, según la mayor pureza de mi sustancia y la capacidad y anchura de mi memoria.

17g. Y esto acaece así, y más de lo que se puede y alcanza a decir, al tiempo que se levanta en el alma esta llama de amor.

17h. Que por cuanto el alma, según sustancia y potencia, memoria, entendimiento y voluntad, está bien purgada.

17i. La sustancia divina, que como dice el Sabio, toca en todas partes por su limpieza, profunda y sutil y subidamente.

17j. Sabiduría 7, 24: “La sabiduría es más móvil que cualquier movimiento y en virtud de su pureza lo atraviesa y lo penetra todo!

17k. Con su divina llama la absorbe en sí, y en aquel absorbimiento del alma en la sabiduría.

17l. El Espíritu santo ejercita los vibramientos gloriosos de que su llama que, por ser tan suave dice el alma luego.

17m. Pues ya no eres esquiva.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Llama de amor viva. Canción 1, 14-15. El abrazo abismal del Padre.

 


14a. En decir el alma que la llama de amor hiere en su más profundo centro, es decir que cuando alcanza la sustancia, virtud y fuerza del alma, la hiere y embiste el Espíritu Santo.

14b. Lo cual dice, no porque quiera dar a entender aquí que sea ésta tan sustancial y enteramente como en la beatífica vista de Dios en la otra vida.

14c. Aunque el alma llegue en esta vida mortal a tan alto estado de perfección como aquí va hablando, no llega ni puede llegar a estado perfecto de gloria.

14d. Aunque por ventura por vía de paso acaezca hacerle Dios alguna merced semejante.

14e. Dícelo para dar a entender la copiosidad y abundancia de deleite y gloria que en esta manera de comunicación el el Espíritu Santo siente.

14f. El cual deleite es tanto mayor y más tierno, cuanto más fuerte y sustancialmente está transformada y reconcentrada en Dios.

14g. Por ser tanto como lo más que en esta vida se puede llegar – aunque como decimos, no tan perfecto como en la otra – lo llama el más profundo centro.

14h. Aunque el hábito de la caridad puede el alma tener en esta vida tan perfecto como en la otra, mas no la operación ni el fruto.

14i. Aunque el fruto y la operación de amor crecen tanto de punto en este estado, que es muy semejante al de la otra.

14j. Pareciéndole el alma ser así, osa decir lo que solamente se osa decir de la otra, es a saber: en el más profundo centro de mi alma.

15a. Porque las cosas raras y de que hay poca experiencia son más maravillosas y menos creíbles.

15b. Cual es lo que vamos diciendo del alma en este estado, no dudo sino que algunas personas, no lo entendiendo por ciencia ni sabiéndola por experiencia, o no lo creerán, o lo tendrán por demasía, o pensarán que no es tanto como ello es en sí.

15c. A todos estos yo respondo que:

15d. El padre de las lumbres (St 1, 17), cuya mano es abreviada[1] (Is 59, 1).

15e. Santiago 1, 17: “Todo buen regalo y todo don perfecto viene de arriba, procede del Padre de las luces, en el cual no hay ni alteración ni sombra de mutación”.

15f. Isaías 59, 1: “La mano del Señor no es tan débil que no puede salvar, ni su oído tan duro que no pueda oír”.

15g. Con abundancia se difunde, sin acepción de personas, doquiera que haya lugar, como el rayo del sol.

15h. Mostrándose también él a ellos en los caminos alegremente no duda ni tiene en poco tener sus deleites con los hijos de los hombres del mancomún en la redondez de las tierras (Pr 8, 31).

15i. Proverbios 8, 31: “Jugaba con la bola de la tierra, y mis delicias están con los hijos de los hombres”.

15j. No es de tener por increíble que a un alma ya examinada, purgada y probada en el fuego de las tribulaciones y trabajos y variedad de tentaciones, y hallada fiel en el amor, deje de cumplirse en esta fiel alma en esta vida lo que el Hijo de Dios prometió, conviene a saber:

15k. Jn 14, 23: Que si alguno le amase, vendrían la santísima Trinidad en él y moraría de asiento en él.

15l. Juan 14, 23: “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama guardará mi palabra, y haremos morada en él.

15m. Lo cual es ilustrándole[2] el entendimiento divinamente en la sabiduría del hijo.

15n. Deleitándole la voluntad en el Espíritu santo.

15ñ. Absorbiéndola el Padre poderoso y fuertemente en el abrazo abisal[3] de su dulzura.

 



[1] Abreviada: parva, escasa. RAE.

[2] Ilustrar: Dar luz al entendimiento. Aclarar un punto o materia con palabras, imágenes o de otro modo. RAE.

[3] Abisal: Abismal (perteneciente a abismo). RAE.

martes, 5 de septiembre de 2023

Llama de amor viva. Canción 1, 11-13. La fe es la atracción hacia Dios; el cristal iluminado por el sol.

 


11a. En las cosas, aquello que llamamos centro más profundo, que es a lo que más puede llegar su ser y virtud[1] y la fuerza de su operación y movimiento, y no puede pasar de allí.

11b. Así como el fuego o la piedra que tiene virtud y movimiento natural y fuerza para llegar al centro de su esfera, y no puede pasar de allí ni dejar de llegar ni estar allí, si no es por algún impedimento contrario y violento.

11c. Según esto, diremos que la piedra, cuando en alguna manera está dentro de la tierra, aunque no sea en lo más profundo de ella, está en su centro de alguna manera.

11d. Porque está dentro de la esfera de su centro y actividad y movimiento.

11e. Pero no diremos que está en el más profundo de ella, que es el medio de la tierra.

11f. Y así siempre le queda la virtud y fuerza e inclinación para bajar y llegar hasta este más último y profundo centro si se le quita el impedimento de delante.

11g. Y cuando llegare y no tuviere de suyo más virtud e inclinación para más movimiento, diremos que está en el más profundo centro suyo.

12a. El centro del alma es Dios.

12b. Al cual, cuando ella hubiere llegado según toda la capacidad de su ser y según la fuerza de su operación e inclinación, habrá llegado al último y más profundo centro suyo en Dios.

12c. Que será cuando todas sus fuerzas entienda y ame y goce su Dios.

12d. Cuando no ha llegado a tanto como esto, cual acaece en esta vida mortal.

12e. En que no puede llegar a Dios según todas sus fuerzas, aunque esté en este su centro, que es Dios.

12f. Por gracia y por comunicación suya que con ella tiene, por cuanto todavía tiene movimiento y fuerza para más y no está satisfecha.

12g. Aunque está en el centro, no empero en el más profundo, pues puede ir al más profundo Dios.

13a. Es de notar que el amor es la inclinación del alma y la fuerza y virtud que tiene para ir a Dios.

13b. Mediante el amor se une el alma con Dios.

13c. Cuantos más grados de amor tuviere tanto más profundamente entra en Dios y se concentra en él.

13d. Cuantos grados de amor el alma puede tener, tantos centros puede tener en Dios.

13e. Uno más adentro que otro.

13f. El amor más fuerte es más unitivo.

13g. De esta manera podemos entender las muchas mansiones que dijo el Hijo de Dios haber en la casa de su Padre.

13h. Jn 14, 2: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar”.

13i. Para que el alma esté en su centro, que es Dios, basta que tenga un grado de amor.

13j. Por uno solo se une con él por gracia.

13k. Si tuviere dos grados, habrá uniéndose y concentrándose con Dios otro centro más adentro.

13l. Si llegare a tres, concentrarse ha como tres.

13m. Si llegare hasta el último grado, llegará a herir el amor de Dios hasta el último centro y más profundo del alma.

13n. Que será transformarla y esclarecerla según todo el ser y potencia y virtud de ella.

13ñ. Según es capaz de recibir, hasta ponerla que parezca Dios.

13o. Así como el cristal limpio y puro es embestido por la luz.

13p. Que cuantos más grados de luz va recibiendo, tanto más de luz en él se va reconcentrando y tanto más se va él esclareciendo.

13q. Puede llegar tanto por la copiosidad de luz que recibe, que venga él a parecer todo luz.

13r. Y no se divise entre la luz, estando él esclarecido en ella todo lo que puede recibir de ella.

13s. Que es venir a parecer como ella.



[1] Virtud: actividad o fuerza de las cosas para producir o causar sus efectos. RAE.

sábado, 2 de septiembre de 2023

Llama de amor viva. Canción 1, 9-10. El alma tocada por Dios: dejarse amar por el Amor.

 


9a. De mi alma en el más profundo centro.

9b. En la sustancia del alma, donde ni el centro del sentido ni el demonio puede llegar, pasa esta fiesta del Espíritu Santo.

9c. Tanto más segura, sustancial y deleitable cuanto más interior ella es.

9d. Cuanto más interior es, es más pura.

9e. Cuando hay más de pureza, tanto más abundante y frecuente y generalmente se comunica Dios.

9f. Es tanto más el deleite y el gozar del alma y del espíritu, porque es Dios el obrero de todo, sin que el alma haya de suyo nada.

9g. Por cuanto el alma no puede obrar de suyo nada si no es por el sentido corporal, ayudada de él, del cual en este caso está ella muy libre y lejos.

9h. Su negocio es ya solo recibir de Dios, el cual solo puede en el fondo del alma, sin ayuda de los sentidos, hacer obra y mover al alma a ella.

9i. Todos los movimientos de tal alma son divinos.

9j. Aunque son suyos, de ella lo son porque los hace Dios en ella con ella, que da su voluntad y consentimiento.

9k. Porque decir hiere en el más profundo centro de su alma da a entender que tiene el alma otros centros no más profundos, conviene advertir sea esto.

10a. Cuanto a lo primero, es a saber, que el alma, en cuanto espíritu, no tiene alto y bajo, y más profundo, y menos profundo en su ser, como tienen los cuerpos comunicativos.

10b. En ella no hay partes, no tiene más diferencia dentro que fuera.

10c. Toda ella es de una manera, y no tiene centro de todo y menos hondo cuantitativo.

10d. No puede estar en una parte más ilustrada[1] que en otra, como los cuerpos físicos.

10e. Sino todo en una manera en más o menos, como el aire, que todo está de una manera ilustrado y no ilustrado en más o menos.



[1] Ilustrar: dar luz al entendimiento. RAE.

viernes, 1 de septiembre de 2023

Llama de amor viva. Canción 1, 7-8. Dios nos ama hiriéndonos, estremeciendo nuestro corazón para que nos enamoremos de Él.

 


7a.¡Oh llama de amor viva, / que tiernamente hieres!

7b. Con tu ardor tiernamente me tocas.

7c. Por cuanto esta llama es llama de vida divina, hiere al alma con ternura de vida de Dios.

7d. Tanto y tan entrañablemente la hiere y enternece que la derrite de amor.

7e. Porque se cumpla en ella lo que en la esposa en los Cantares, que se enterneció tanto que se derritió. Y así dice ella allí:

7f. Cantar de los Cantares 5, 6: Luego que el esposo habló, se derritió mi alma.

7g. El habla de Dios es el efecto que hace en el alma.

8a. ¿Cómo se puede decir que la hiere, pues en el alma no hay cosa ya por herir, estando ya el alma cauterizada con fuego de amor?

8b. Es cosa maravillosa que, como el amor nunca está ocioso sino en continuo movimiento como la llama, está echando llamaradas acá y allá.

8c. El amor, cuyo oficio es herir para enamorar y deleitar, como en la tal alma está en viva llama, estále arrojando sus heridas, como llamaradas ternísimas de delicado amor.

8d. Ejercitando jocunda y festivamente las artes y juegos del amor.

8e. Como en el palacio de sus bodas, como Asuero con la esposa Ester.

8f. Ester 2, 17: “El rey la prefirió a las demás mujeres y la trató con especial cariño y bondad, hasta el punto de coronarla y nombrarla reina en lugar de Vasti. Después ofreció un gran banquete a todos los nobles y cortesanos, decretó un día de descanso para todas las provincias y regaló regalos dignos de un rey”.

8g. Mostrando allí sus gracias, descubriéndola allí sus riquezas y la gloria de su grandeza.

8h. Porque se cumpla en esta alma lo que él dijo en los Proverbios.

8i. Proverbios 8, 30-31: Deleitábame yo por todos los días, jugando delante de él todo el tiempo, jugando en la redondez de la redondez de las tierras, y mis deleites estar con los hijos de los hombres.

8j. Es a saber, dándoselos a ellos.

8k. Por lo cual estas heridas, que son sus juegos, son llamaradas de tiernos toques.

8l. Que al alma tocan momentos de parte de fuego de amor, que no está ocioso. Los cuales, dice, acaece y hieren de mi alma en el más profundo centro.

Llama de amor viva. Canción 1, 23. Encuentro entre dos desiguales: Dios inmenso y el alma estrecha, amargura hasta hallar el deleite divino.

  23a. Esta llama de suyo en extremo es amorosa, y tierna y amorosamente embiste en la voluntad. 23b. Y la voluntad de suyo es seca y dura...