jueves, 25 de junio de 2020

Libro 2. Capítulo 2. La oscuridad de la fe es como la oscuridad de la medianoche.


Capítulo 2. En que comienza a tatar de la segunda parte o causa de esta noche, que es la fe. Prueba con dos razones cómo es más oscura que la primera y la tercera.
1a.La fe, que es el medio, es comparada a la medianoche.
1b. La primera, que es la del sentido, es comparada a la prima de la noche, que es cuando cesa la vista de todo objeto sensitivo, y así no es tan remota de luz como la media noche.
1c. La tercera parte, que es el antelucano, que es lo que está próximo a la luz del día, no es tan oscuro como la media noche, pues ya está inmediata a la ilustración e información de la luz del día, y esta es comparada a Dios.
1d. Aunque es verdad que Dios es para el alma tan oscura noche como la fe ya va Dios ilustrando el alma sobrenaturalmente con el rayo de la divina luz.
2a. Es más oscura que la primera, porque esta pertenece a la parte inferior del hombre, que es la sensitiva.
2b. Esta segunda de la fe pertenece a la parte superior del hombre, que es la racional, más interior y oscura, porque la priva de la luz racional, o mejor dicho, la ciega.
3. La segunda parte de la fe es la noche para el espíritu, así como la primera lo es para el sentido.

miércoles, 24 de junio de 2020

Libro Segundo. Capítulo 1. A oscuras y segura.



LIBRO SEGUNDO.
De la Subida del Monte Carmelo, en que se trata el medio próximo para subir a la unión de Dios, que es la fe.
Se trata de la segunda parte de esta noche, que decíamos pertenecer al espíritu.

Capítulo 1.
A oscuras y segura,
por la estrecha escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada [pieza de la armadura antigua que cubría y protegía la cabeza, rae.es],
estando ya mi casa sosegada.
1a. Canta el alma la dichosa ventura [riesgo, peligro, suceso o lance extraño, aventura, rae.es] que tuvo en desnudar el espíritu de todas las imperfecciones espirituales y apetitos en lo espiritual.
1b.Lo cual fue muy mayor ventura, por la mayor dificultad que hay en sosegar esta casa de la parte espiritual, y por poder entrar en esta oscuridad interior.
1c. La oscuridad interior es la desnudez de todas las cosas, sensuales y espirituales.
1d. Solo estribando [descansar en otra sólida y firme, rae.es] en pura fe y subiendo por ella a Dios.
1e. Escala secreta: todos los grados que ella tiene son secretos y escondidos a todo sentido y entendimiento.
1f. Disfrazada: lleva el traje mudado en divino, subiendo por la fe.
1g, No ser conocida ni detenida [cesar en el movimiento o en la acción, rae.es] de lo temporal, lo racional, el demonio, porque ninguna de estas cosas pueden dañar al que camina en fe.
2a. Salió a oscuras y segura: el que tal ventura tiene puede caminar por la oscuridad de la fe, tomándola por guía de ciego.
2b. Estando ya mi casa sosegada: en la parte racional tiene sus potencias  [las tres facultades del alma, es decir, entendimiento [potencia del alma, en virtud de la cual concibe las cosas, las compara, las juzga e induce y deduce de otras de las que ya conoce; alma en cuanto discurre; razón humana], voluntad [acto por el que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola o aborreciéndola y repugnándola; facultad de decidir y ordenar la propia conducta] y memoria [facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado], rae.es] naturales, y los ímpetus en la parte espiritual.
2c. Para acabar de sosegar la casa del espíritu, solo se requiere la negación de todas las potencias y gustos y apetitos espirituales en pura fe.
2d. Hecho se junta el alma con el Amado en una unión de sencillez, pureza, amor y semejanza..
3a. En la noche del sentido todavía queda alguna luz, porque queda el entendimiento y razón, que no se siega.
3b. Pero en esta noche espiritual que es la fe todo lo priva [despojar a alguien de algo que poseía, rae.es].
3c. Por eso dice el alma iba a oscuras y segura, lo cual no dijo en la otra.
3d. Cuanto menos el alma obra con habilidad propia, va más segura, porque va más en fe.


martes, 2 de junio de 2020

Subida al monte Carmelo I. Capítulo 15. Paz, sosiego, amar porque se es Amado.


Capítulo 15. En el cual se declara los demás versos de la dicha canción.
¡Oh dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.
1a. Toma por metáfora el mísero estado de cautiverio, del cual el que se libra tiene por dichosa ventura.
1b. El alma, después del primer pecado original, está como cautiva en este cuerpo mortal, sujeta a las pasiones y apegos naturales.
1c. Tiene ella por dichosa ventura haber salido sin ser notada [percibir una sensación o darse cuenta de ella, rae.es], esto es, sin ser de ninguno de ellos impedida ni comprehendida [abrazar, ceñir o rodear por todas partes algo, rae.es].
2. Para esto le aprovechó salir en la noche oscura, que es la privación de todos los gustos y mortificación de todos los apetitos.
2b. Estando ya su casa sosegada, conviene a saber, la casa de todos los apetitos, ya sosegada por el vencimiento y adormecimiento de todos ellos.
2c. Hasta que los apetitos se adormezcan no sale el alma a la verdadera libertad, a gozar de la unión con el amado.
Fin del libro primero.

Subida al monte Carmelo I. Capítulo 15. La paz se alcanza con Cristo, quien elimina el deseo.


Capítulo 14. En el cual se declara el segundo verso de la canción.
Con ansias, en amores inflamada.
2a. El alma que con ansias, en amores inflamada, pasó y salió en esta noche oscura del sentido a la unión del Amado.
2b. Para vencer todos los apetitos y negar los gustos de todas las cosas era menester otra inflamación mayor de otro amor mejor, que es el de su Esposo, para que, teniendo su gusto y fuerza en éste, tuviese valor y constancia para fácilmente negar todos los otros.
2c. No solamente era menester tener amor de su Esposo, sino estar inflamada de amor y con ansias.
3. Si la parte espiritual no está inflamada con otras ansias mayores de lo que es espiritual, no podrá vencer el yugo natural, ni entrar en esta noche del sentido, ni tendrá ánimo para quedar a oscuras de todas las cosas, privándose del apetito de todas ellas.

lunes, 1 de junio de 2020

Subida al monte Carmelo I. Capítulo 13. Despojado para ser libre.


Capítulo 13. En que se trata de la manera y modo que se ha de tener para entrar en esta noche del sentido.

1a. El alma ordinariamente entra en esta noche sensitiva en dos maneras: la una activa; la otra pasiva.
1b. Activa es lo que el alma puede hacer y hace su parte.
1c. Pasiva es en que el alma no hace nada, sino Dios la obra en ella, y ella se ha como paciente.
2. Estos avisos que aquí se siguen de vencer los apetitos, aunque son breves y pocos, yo entiendo que son tan provechosos y eficaces como compendiosos.
3. Traiga un ordinario apetito de imitar a Cristo en todas sus cosas, conformándose con su vida.
4a. Para poder hacer bien esto, cualquiera gusto que se le ofreciere a los sentidos renúncielo y quédese vacío de él por amor a Jesucristo.
4b. Jn 4, 34: Jesús les dice: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra”.
4c. El cual en esta vida no tuvo otro gusto, ni quiso, que hacer la voluntad de su Padre, lo cual llamaba él su comida y manjar.
4c. Si se le ofreciere gusto de oír cosas que no importen para el servicio y honra de Dios, ni lo quiera gustar ni las quiera oír.
4d. Si le diere gusto mirar cosas que no le ayuden a amar más a Dios, ni quisiera el gusto ni mirar tales cosas.
4e. Y si en el hablar haga lo mismo; y en todos los sentidos; porque si no pudiere, basta que no quiera gustar de ello, aunque estas cosas pasen por él.
4d. De esta manera ha de procurar dejar luego mortificados y vacíos de aquel gusto a los sentidos, como a oscuras.
5. Para mortificar y apaciguar las cuatro pasiones naturales que son gozo, esperanza, temor y dolor, de cuya concordia, pacificación salen estos y los demás bienes, es total remedio lo que sigue:
6a. Procure siempre inclinarse: no a lo más fácil, sino a lo más dificultoso.
6b. No a lo más sabroso, sino a lo más desabrido.
6c. No a lo más gustoso, sino antes a lo que da menos gusto.
6d. No a lo que es descanso, sino a lo trabajoso.
6e. No a lo que es consuelo, sino antes al desconsuelo.
6f. No a lo más, sino a lo menos.
6g. No a lo alto y precioso, sino a lo más bajo y despreciado.
6h. No a lo que querer algo, sino a no tener nada.
6i. No a andar buscando lo mejor de las cosas temporales, sino lo peor.
6j. Y desear entrar en toda desnudez y vacío y pobreza por Cristo de todo cuanto hay en el mundo.
7. Estas obras conviene las abrace de corazón y procure allanar la voluntad en ellas.
8a. Para mayor abundancia, diremos otra manera de ejercicio que enseña a mortificar la concupiscencia de la carne y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia e la vida, que son las cosas que dice san Juan reinan en el mundo, de las cuales proceden todos los demás vicios.
8b. 1 Jn 2, 16: Porque lo que hay en el mundo – la concupiscencia de la carne y la concupiscencia de los ojos, y la arrogancia del dinero –, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo.
9a. Procurar obrar en su desprecio y desear que todos lo hagan, (y esto es contra la concupiscencia de la carne).
9b. Procurar hablar de su desprecio y desear que todos lo hagan, ( y esto es contra la concupiscencia de los ojos).
9c. Procurar pensar bajamente de sí en su desprecio y desear que todos lo hagan, (también contra sí, y esto contra la soberbia de la vida).
10. En conclusión de estos avisos y reglas conviene poner aquí versos que se escriben en la Subida del Monte, que es la figura que está al principio de este libro, los cuales son doctrina para subir a él, que es lo alto de la unión.
11a. Para venir a gustarlo todo, no quieras tener gusto en nada.
11b. Para venir a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada.
11c. Para venir a serlo todo, no quieras ser algo en nada.
11d. Para venir a saberlo todo, no quieras saber algo en nada.
11e. Para venir a lo que no gustas, has de ir por donde no gustas.
11f. Para venir a lo que no sabes, has de venir por donde no sabes.
11g. Para venir a lo que no posees, has de ir por donde no posees.
11h. Para venir a lo que no eres, has de ir por donde no eres.
12a. Cuando reparas algo, dejas de arrojarte al todo.
12b. Porque para vencer del todo al todo has de negarte del todo en todo.
12c. Y cuando lo vengas del todo a tener, has de tenerlo sin nada querer.
12d. Porque, si quieres tener algo en todo, no tienes puro en Dios tu tesoro.
13a. En esta desnudez, halla el espiritual su quietud y descanso, porque, no codiciando nada, nada le fatiga hacia arriba y nada le oprime hacia abajo, porque está en el centro de su humildad.
13.b. Porque cuando algo codicia, en eso mismo se fatiga.

Llama de amor viva. Canción 1, 23. Encuentro entre dos desiguales: Dios inmenso y el alma estrecha, amargura hasta hallar el deleite divino.

  23a. Esta llama de suyo en extremo es amorosa, y tierna y amorosamente embiste en la voluntad. 23b. Y la voluntad de suyo es seca y dura...